Espera con esperanza
Los datos económicos y sociales son preocupantes. Baste comprobar el creciente número de parados en nuestra Diócesis, sin ir más lejos. Se respira en la calle desesperanza.
Y, en medio de todo, un año más se anuncia el Adviento como un tiempo de espera con esperanza. No son solo palabras bonitas. ¡Sí, hay motivos de esperanza! Para nuestra Iglesia, la ordenación sacerdotal de José María; un gran regalo que nos hace el Señor. Además, me he encontrado con jóvenes y no tan jóvenes que quieren tomarse en serio el ser cristianos. Y, sobre todo, me comunican que aumenta el voluntariado social y la solidaridad fraterna. Todas, buenas noticias.