La delegación de Misiones comparte una tarde con el obispo de la diócesis de Cajazeiras, Mons. José González Alonso.
Mes: junio 2014
Presencia reliquias San Juan de Ávila
Raúl Berzosa: «Pidamos nuevas y santas vocaciones a la vida de especial consagración, al sacerdocio y a un laicado comprometido»
Queridos hermanos sacerdotes, especialmente D. César (buen capellán de esta casa), queridas hermanas y madres carmelitas, queridos todos:
¡Qué suerte tenemos en esta Vigilia de la Fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote! Hemos podido traer las reliquias de San Juan de Avila, para ganar las indulgencias del Jubileo. Algunos me han preguntado: “¿Por qué viene, de víspera, al Carmelo San Juan de Avila?” – La respuesta es histórica y, a la vez actual: – Por la estrecha relación entre el santo y Santa Teresa de Avila. Ambos coincidieron, providencialmente, en el tiempo.
Para entender su relación, tenemos que recordar, en primer lugar, que Santa Teresa fue acusada, por Francisco de Salcedo o el Maestro Gaspar Daza, de que los fenómenos místicos que la sucedían no eran de Dios sino diabólicos. Ella, para no equivocarse, quiere consultar a diversos confesores y hombres santos y sabios de su tiempo. Entre ellos, a San Juan de Avila, “hombre que entendía mucho de oración”.
La Santa escribe a San Juan de Avila, enviándole incluso el libro de su Vida, cuando éste estaba ya muy enfermo y retirado en Montilla. Las palabras del predicador fueron siempre de aliento hacia la gran santa: “que continúe lcon su obra apostólica de fundaciones y quede tranquila en lo que se refiere a su vida espiritual… “porque el Señor recibe mayor servicio de la peregrinación de ella que del encerramiento en la celda… para lograr que las ánimas no se aparten de los abrazos continuos del Señor, que tanto trabajó por ellas”.
Bodas de oro sacerdotales
Las reliquias de San Juan de Ávila llegarán el miércoles 11 a Ciudad Rodrigo
La diócesis de Ciudad Rodrigo ha programado una serie de actos con motivo de la visita de las reliquias de San Juan de Ávila. En concreto, el día 11 de junio está prevista la celebración de la eucaristía en las MM. Carmelitas, lugar al que llegarán las reliquias. Estará presidida por Mons. Raúl Berzosa y será a las 20:00 horas. Al día siguiente, a las 12:00 horas tendrá lugar la eucaristía en la catedral presidida por el obispo y concelebrada en las bodas de oro sacerdotales.
A las 20:00 horas la misa será en el seminario diocesano, y contará con la presencia de seminaristas y teólogos y a las 21:30 horas en las MM. Claras, oración compartida.
Por último, el viernes día 13 de junio en las MM. Claras, eucaristía presidida por el obispo a las 8:30 horas y despedida de las reliquias.Desde la diócesis se recuerda que se puede participar en todas las celebraciones y ganar la indulgencia plenaria en las eucaristías.
Los sacerdotes que celebrarán sus bodas de oro son: Clemente Sánchez Hernández, Ernesto Ramos Fuentes, José Manuel Pérez Martín, Joaquín Alonso Martín, Jesús Vicente Moreno, José González Alonso y Manuel González Muñana.
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Asamblea Diocesana (7-06-2014)
Raúl Berzosa: «La pregunta al final de la Asamblea Diocesana es, y ahora, ¿qué?»
1.- Para situarnos…
Queridos todos: gracias por el esfuerzo, ya casi final, en esta andadura de Asamblea Diocesana. Estamos en la penúltima etapa volante. ¿Cómo podemos resumir el momento presente?… Juntos, con el Espíritu Santo, hemos hecho visible el “nosotros” eclesial, en esta tierra y en este pueblo. ¿Para qué? – Para seguir caminando con fe, con esperanza y con amor, en comunión y corresponsabilidad, en sinodalidad. Y todo ello en una iglesia de puertas abiertas, en estado de misión evangelizadora y caritativa, porque se sabe buena samaritana…
Esta mañana, en este templo, suena de forma nueva el grito con el que iniciábamos hace nueve meses nuestra rica andadura: “¡PONEOS EN CAMINO!”…
Ahora se puede comprender mucho mejor el que hay momentos en la vida de una persona y de una comunidad o, en este caso, de toda una Diócesis, en los que se debe hacer un alto en el camino. Y ello, no para detenernos y plantarnos con nostalgia, mirando sólo el pasado; tampoco un stop para mirar sólo al horizonte esperando del futuro lo único novedoso y lo que supuestamente será lo mejor. En ocasiones, como hemos hecho en este curso pastoral, es conveniente y necesario detenernos para recobrar fuerzas, para valorar lo andado, para celebrar juntos y encontrar nuevos compañeros de camino, para tender una mano a los que quedaron rezagados o a los que tomaron otros derroteros, para resituarnos si fuere necesario, y, sobre todo, para seguir avanzando por donde el Espíritu Santo desee llevarnos. Porque la Iglesia no es nuestra: es del Señor Jesús. Y porque nuestra vida no es nuestra: es regalo del Dios Vivo, Uni-Trino.