Ejercicios Espirituales para sacerdotes en el Seminario de Ciudad Rodrigo
Los sacerdotes de la diócesis de Ciudad Rodrigo participan a lo largo de esta semana en los Ejercicios Espirituales dirigidos por el Cardenal Mons. Luis Martínez Sistach. El encuentro se lleva a cabo en el Seminario de San Cayetano y el horario general comienza a las 9:00 hora con el desayuno. A c0ntinuación se celebran laudes y meditación, y se continúa con una charla. Después de la comida se destina un tiempo a la meditación y además se incluyen el rezo de vísperas y la misa cada día.
Nota de la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Española sobre el atentado en Barcelona
Esta tarde ha tenido lugar en Barcelona un grave atentado terrorista con resultado de muerte y numerosos heridos. Ante este hecho luctuoso y execrable, la Conferencia Episcopal Española quiere en primer lugar mostrar su cercanía y oración a todas las víctimas y sus familias. Asimismo manifestamos nuestro apoyo a toda la sociedad que es atacada con estas acciones, en esta ocasión los ciudadanos de Barcelona, y a las Fuerzas de Seguridad. Al mismo tiempo condenamos cada muestra de terrorismo, una práctica intrínsecamente perversa, del todo incompatible con una visión moral de la vida, justa y razonable. No sólo vulnera gravemente el derecho a la vida y a la libertad, sino que es muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo. Pedimos a todos los creyentes que eleven sus oraciones para pedir a Dios que conceda el descanso eterno a las personas fallecidas, restablezca la salud del resto las víctimas, consuelo a los familiares, llene de paz los corazones de las personas de buena voluntad y nunca más se repitan estas acciones despreciables.
Raúl Berzosa: «Al unir ecología y Asunción de la Virgen es reconocer que, al final, nos encontraremos cara a cara con la belleza de Dios, en la nueva Jerusalén»
Estamos celebrando, con la gracia de Dios, la Solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María. En la primera lectura, del libro del Apocalipsis, hemos escuchado lo que son los símbolos tradicionales de esta advocación mariana: una mujer vestida de sol y la luna bajo sus pies. En el Salmo 44 hemos cantado, aplicado a la Virgen María, que la “reina está a la derecha de Dios enjoyada con oro de Ofir”. La segunda lectura, de la Carta a los Corintios, nos presenta a Jesucristo como primicia de lo que nos espera y de lo que ya goza en plenitud la Virgen María, como predecesora. El Evangelio de San Lucas se entona el Magnificat: el poderoso ha hecho grandes maravillas en María, nuestra Madre y hermana en la Fe.
Permitidme que este año una la Asunción con el tema ecológico, tan querido por el Papa Francisco. ¿Por qué? – Escribe el Papa, en el n. 241 de Laudato si, que “la Virgen María, elevada al cielo, es Madre y Reina de todo lo creado. En su cuerpo glorificado, junto a Cristo resucitado, parte de la creación alcanzó ya toda la plenitud de su hermosura”.
¿Qué nos ha querido decir con ello el Papa?… – Que María, nos sólo ha sido en su vida terrenal modelo de virtudes cristianas, entre ellas de cómo “ser peregrina de la fe”, como la denominó San Juan Pablo II, sino también y sobre todo, una vez elevada al cielo, es signo y realidad, al mismo tiempo, de lo que no espera a cada uno de nosotros y a la creación entera. Y esto tiene que ver con la ecología.
Raúl Berzosa: » Recuerda las dos palabras claves de una vida monástica: oración y trabajo (“ora et Labora”) viviendo en fraternidad».
Queridos hermanos sacerdotes, querida comunidad de Carmelitas y querida hermana profesa, queridos todos.
No voy a glosar las Lecturas de hoy. Junto a las oraciones y los gestos de esta Profesión Solemne, hablan por sí mismos. Hoy, en cambio, he pedido a la Virgen María, Madre de las Consagradas, algo muy especial: que, con motivo de la profesión solemne de Sor Ruth María de la Inmaculada, nos escribiera una carta recordándola cómo tiene que vivir esta consagración. Y he entendido que, nuestra Madre, siempre tan generosa, me comunicaba lo siguiente:
Querida profesa, Sor Ruth María: lo primero que te pido es que seas siempre lo que eres. Porque si no eres lo que eres, no serás nada. No imites ni añores otras espiritualidades o carismas que no sean el tuyo. Recuerda las dos palabras claves de una vida monástica: oración y trabajo (“ora et Labora”) viviendo en fraternidad.
En segundo lugar, como personas consagrada, “deja a Dios ser Dios en tu vida”. Deja que el Señor encuentre en ti espacios donde se encuentre a gusto. Recuerda que, por la consagración, eres una persona expropiada existencialmente, transparencia de la gloria de Dios, sacramento viviente, morada abierta, seno materno y de redención, y servidora orante de la humanidad sufriente.