EVANGELIZACIÓN Y COMPROMISO DE CARIDAD
Este año, el mes de Junio es el mes de Cáritas. Cumple 50 años en nuestra Diócesis. Cáritas tiene una identidad y misión propias: vertebrar la caridad diocesana. Es como la cabeza, el corazón, y las manos de toda la Diócesis en favor de los más desfavorecidos. ¡Felicidades, Cáritas, por tus bodas de oro!
Me duele constatar que, entre nuestros cristianos, todavía hay quienes contraponen evangelización o celebración a compromiso de caridad. No es nuevo. También al papa Francisco le critican, por haber escrito Evangelii Gaudium, y le acusan que no entiende de economía ni de política, ni de los mecanismos del sistema neoliberal-capitalista. ¡Y vaya si entiende… y vaya si hace pensar lo que dice!
Como el papa Benedicto XVI, recuerda denuncia que estamos en una crisis “del hombre”, es decir, de la negación de lo humano para adorar al nuevo becerro de oro: el dios dinero. Por eso, el Papa Francisco nos invita a sustentar la vida en “lo esencial”, porque uno no se puede respetar a sí mismo ni a los demás cuando su vida se ha edificado sobre el tener, la mentira, la injusticia o la explotación. Sólo la verdad nos hace libres. El Papa nos hace dos preguntas: “¿En qué decidimos fundar nuestra vida personal?… Y, ¿cuál es nuestra actitud ante las necesidades del prójimo?”…
El Papa Francisco os recuerda, con claridad y valentía, que el anuncio del Evangelio tiene necesariamente un contenido social. El Reino de Dios reclama un compromiso para transformar personas y estructuras sociales. ¿Y cuáles son los principales contenidos sociales del anuncio cristiano, de los que Cáritas se hace eco y trata de ponerlos en práctica?…
Recordamos algunos de ellos, que no son otra cosa que lo que llamamos “doctrina social de la Iglesia”: Los pobres son los primeros destinatarios del Evangelio, porque la opción por los más necesitados no es algo sociológico o ideológico, sino teológico y espiritual. Al final, nos examinarán del amor (Mt 25).
La acción social de Cáritas, y de todas las personas y grupos cristianos, están al servicio de la liberación y promoción de los más pobres. Solidaridad es la decisión de devolver al pobre lo que le corresponde y defender sus derechos.
La opción por los últimos es signo de autenticidad cristiana. Tenemos que dejarnos evangelizar por los pobres. Es muy importante la atención amorosa, cercana, real y cordial a los necesitados. Aunque, a veces, el compromiso social y de caridad implica denuncia profética y dar la cara.
Finalmente, es necesario luchar contra las causas estructurales de la pobreza. Y, al tiempo, necesitamos cultivar una espiritualidad de la ternura; sin olvidar que los cambios necesarios en la sociedad sólo serán posibles desde un cambio de mentalidad y la vivencia de una profunda espiritualidad.
Conclusión: No se puede evangelizar al margen de los pobres, y en la belleza y alegría del Evangelio no puede faltar un signo: la opción por los últimos.
¡Gracias sinceras a todos cuentos trabajáis y gastáis vuestras vidas en el Campo de la Caridad, personas e instituciones diocesanas!
+ Raúl, Obispo de Ciudad Rodrigo