Crónica

t_P1060613

Jornadas de Voluntarios y Delegados de Misiones en Dueñas

Por José María Rodríguez-Veleiro

 

En un clima de fraternidad e ilusión se han desarrollado los días 11 y 12 de septiembre las Jornadas de Voluntarios y Delegados de Misiones de la Región del Duero. En esta ocasión contamos con la novedad del marco en que han tenido lugar, la Casa de los Misioneros del Verbo Divino en Dueñas (Palencia), aunque para los más veteranos resultaba ya bien conocida, pues en años pasados dichas jornadas tuvieron lugar allí.

Comenzamos el miércoles, día 11, a las 10,30 h. de la mañana con la oración, preparada por la delegación de Palencia, encomendando al Señor el fruto de este encuentro “misionero”. Una vez que hemos puesto en manos de Dios nuestra labor, D. Isaac, delegado de Segovia y responsable de Misiones a nivel regional, presentó el encuentro, dando paso a la exposición de D. Raúl Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo, que se encargó, durante la primera jornada, de ayudarnos a hacer una lectura comprensiva de la encíclica del Papa Francisco “Lumen fidei” y de las implicaciones que su enseñanza tiene para la labor de animación misionera en nuestras delegaciones diocesanas de Misiones. D. Raúl, además de mostrar muy gráficamente el contenido de los cuatro capítulos de la encíclica, incidió en dos aspectos esenciales a tener presentes en cada delegación de misiones: la identidad (tener claro lo que creemos, lo que somos y lo que queremos) y la misión (el anuncio del Evangelio). Nos animó a que los que formamos parte de dichas delegaciones compaginemos en nuestra vida, en nuestra vivencia de la fe y en nuestro trabajo estas dos dimensiones. Destacó también la importancia de que cada delegación cuente con un equipo estable de miembros que lleven a cabo las diversas tareas de animación misionera y de servicio a la diócesis. Por la tarde, luego del almuerzo y de un merecido descanso y paseo por el parque que rodea a la casa de los Misioneros, nos reunimos por grupos para dialogar sobre las enseñanzas que más nos habían llegado al corazón y para intercambiar nuestro parecer acerca de la labor que estamos llevando a cabo desde nuestras delegaciones y descubrir los aspectos que debemos mejorar en nuestro trabajo.

Concluidos los trabajos, nos desplazamos al monasterio de San Isidro de Dueñas, para rezar, a las 19 h., vísperas con los monjes del Císter, y a continuación, celebrar la Eucaristía en la capilla donde se custodia el sepulcro de San Rafael Arnáiz. Sin duda, que para todos resultó ser una auténtica gracia, poder compartir la oración con la comunidad de monjes trapenses y participar en la Eucaristía junto a la tumba del Hermano Rafael.

Por la noche, antes de retirarnos a descansar, Sor Teresa Herrero, misionera comboniana, natural de Ciudad Rodrigo, nos emocionó narrando algunas de sus vivencias durante cuarenta años en Esmeraldas (Ecuador), a dónde espera retornar dentro de un año.

En la segunda jornada del encuentro, el jueves, día 12, iniciamos la mañana con el rezo de laudes, que preparó el grupo de la delegación de Burgos y, tras el desayuno, dio comienzo el trabajo. D. Isaac nos presentó el material para la próxima jornada del Domund 2013. Seguidamente, recibimos la visita de D. Anastasio Gil, director nacional de las OMP, que introdujo la proyección del vídeo del Domund 2013, “El milagro de Mao”, ambientado en Camboya. En un segundo momento, D. Anastasio expuso con claridad el organigrama de las cuatro Obras Misionales Pontificias y los diversos Consejos y Secretariados que trabajan en España en la labor de animación misionera.

A las 13 h. celebramos la Eucaristía presidida por el Obispo de Palencia, D. Esteban Escudero, y concelebrada por D. Anastasio y los delegados diocesanos. La delegación de Salamanca, encargada de preparar la Eucaristía, nos entregó un “corazón dulce” animándonos a que nuestro corazón se asemeje al de Cristo, en mansedumbre y humildad.

Con el almuerzo, dábamos por concluidas las jornadas y regresábamos a nuestros lugares de origen con el propósito renovado de servir a Dios y a su Iglesia, poniendo todo nuestro empeño en ser agentes activos de la Misión “ad gentes”.