Diócesis y Diputación de Salamanca firman un convenio con motivo del Año Franciscano
El obispo de la diócesis de Ciudad Rodrigo, Mons. Raúl Berzosa, y el presidente de la diputación de Salamanca, Javier Iglesias, han firmado un convenio de colaboración con motivo del Año Franciscano.
Por otra parte, los comisarios de la exposición ‘San Francisco, Juan Carlos Sánchez y Eduardo Azofra,’ dieron a conocer algunos detalles son la misma de los que se da cuenta a continuación:
La exposición «San Francisco», que tendrá lugar en la capilla mayor del Seminario de San Cayetano de Ciudad Rodrigo del 11 de julio al 2 de noviembre, se enmarca dentro de las actividades que a lo largo de 2014, declarado Año Franciscano en Miróbriga, se desarrollarán en esta ciudad con el deseo de conmemorar el VIII Centenario de su paso por estas tierras, según refiere la tradición, del «poverello de Assisi».
La primera parte de la muestra, para la cual será necesario construir una sencilla arquitectura efímera en la nave del templo, está dedicada a reflejar distintos pasajes claves de la vida de Francisco de Asís (la estigmatización en el monte Alvernia, la contemplación del crucifijo, las tentaciones demoniacas, el abrazo con Santo Domingo de Guzmán) y la imagen del santo muerto según la visión del papa Nicolás V. Para ello se cuenta, procedentes de varias diócesis castellano-leonesas, con obras claves de los principales pintores y escultores activos en la península desde finales del siglo XV hasta bien avanzado el siglo XVIII, desde Diego de la Cruz, uno de los pocos artistas de nombre conocido entre los representantes de la pintura hispanoflamenca burgalesa, hasta Luis Salvador Carmona, uno de los grandes escultores del Setecientos en España, pasando por los conocidos y reconocidos Juan de Juni, Gregorio Fernández, Pedro de Mena o Mateo Cerezo, el Joven, entre otros. Y, por su parte, el contrapunto corre a cargo, fundamentalmente, de dos artistas contemporáneos de la tierra, el afamado escultor Venancio Blanco y el destacado pintor Jerónimo Prieto.
En el crucero del templo, donde se desarrolla el segundo apartado de la muestra y la sarga «Luz de Francisco» tendrá una excepcional relevancia, se insiste en la relación entre los fundadores de las dos grandes órdenes mendicantes nacidas en el siglo XIII, franciscanos y dominicos, y se referencian dos temas que, claves para el franciscanismo desde el otoño de la Edad Media, alcanzaron su máximo apogeo en el seno de la Iglesia Católica contrarreformista: la Inmaculada Concepción de la Virgen y Cristo recogiendo las vestiduras. En el primer caso sobresale la magnífica talla de Pedro de Mena que atesora la iglesia parroquial de Saucelle; y, en el segundo, merece especial atención y admiración la extraordinaria imagen, más conocida en Salamanca como Jesús Flagelado, esculpida en Madrid en 1760 por Luis Salvador Carmona para presidir el retablo hornacina de la sacristía del Real Colegio de la Compañía de Jesús y que hoy luce en uno de los retablos laterales de La Clerecía.
La capilla mayor y la sacristía acogerán el tercer y cuarto capítulo, espacios en los que el patrimonio artístico de la diócesis civitatense se convertirá en el principal protagonista. El presbiterio está reservado a dos figuras cardinales en el origen y desarrollo del franciscanismo, Santa Clara de Asís y San Antonio de Padua (o de Lisboa) –el santo más venerado por estas tierras-, a dos de los principales santos hispanos de la primera mitad del siglo XV, San Pedro Regalado y San Diego de Alcalá, y a uno de los santos franciscanos más importantes del XVI, San Pedro de Alcántara. Por último, en la sacristía, donde San Francisco, San Antonio de Padua y otros santos franciscanos italianos harán acto de presencia, serán el báculo (episcopal) de Limoges y los documentos (bulas papales, privilegios reales, cartas de donación, etc.) los que acaparen una mayor relevancia.