‘Contestación’ al pregón de José Ramón Cid
Queridas autoridades, queridos representantes de Hermandades y cofradías, queridos todos:
Un agradecimiento muy sincero a D. José Ramón Cid por el brillante Pregón de Semana Santa, en el que ha sabido unir tradición popular y hondo sentimiento religioso. Ambos inseparables. También el Papa Francisco, en “Evangelii Gaudium” (nn. 122-126) nos ha invitado a no separar este rico y fecundo binomio: piedad popular y fe evangelizadora. Os lo recuerdo brevemente
El Papa nos invita a no mirar la piedad popular con desconfianza. Ya escribió Pablo VI, en Evangelii Nuntiandi, que la piedad popular «refleja una sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer», y que « hace capaz de generosidad y sacrificio hasta el heroísmo, cuando se trata de manifestar esa mismaa fe». La piedad popular es un precioso tesoro de la Iglesia católica porque el Espíritu Santo también actúa en la “piedad popular o mística popular”, que es una «espiritualidad encarnada en la cultura de los sencillos». No está vacía de contenidos, sino que los expresa más por los símbolos y por los sentimientos que por la razón. Ya que se acentúa más el credere in Deum (creer a Dios) que el credere Deum (creer en Dios).
La piedad popular, de cuya expresión privilegiada es la Semana Santa, constituye “una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia, y una forma de ser misioneros-evangelizadores”. Las procesiones son una forma de salir de nosotros mismos para peregrinar. En definitiva, caminar juntos, en peregrinaciones procesionales, es evangelizar. El Papa nos pide que ¡no pretendamos cortar, silenciar o controlar esa fuerza misionera y de manifestación pública de nuestra fe católica!
Para entender esta realidad de la piedad popular, hace falta acercarse a ella con la mirada del Buen Pastor, que no busca juzgar sino amar. Menospreciarla o ridiculizarla, sería desconocer la obra del Espíritu Santo. Estamos llamados a alentarla y fortalecerla. Las expresiones de la piedad popular tienen mucho que enseñarnos y, para quien sabe leerlas, son un lugar teológico al que debemos prestar atención, particularmente en esta hora de nueva evangelización.
Hasta aquí las palabras del Papa. Finalizo como pastor de esta Diócesis pidiendo tres cosas a las hermandades y cofradías de esta Ciudad, que hacen posible la belleza de la Semana Santa en nuestras calles: primero, que nunca perdamos nuestra identidad y sentido genuinamente cristiano; segundo, que nunca rompamos la comunión entre nosotros y con la Iglesia; y, tercero, que nos sirva para ser más auténticos y mejores, cada día, en nuestra vida personal, familiar y social. Sólo así, como este 21 de marzo, será el comienzo de una nueva primavera para nuestra Iglesia y para nuestra sociedad civitatense.
Muchas gracias, de nuevo, al ilustre Pregonero por sus palabras y, a todos los presentes, gracias por vuestra paciencia y por vuestra generosidad. ¡Os deseo una Santa y Fecunda Semana Santa 2015!
+ Raúl, Obispo de Ciudad Rodrigo