Cáritas presenta su campaña de Navidad y destaca la atención a 380 familias en lo que va de año
En virtud de los datos presentados por la delegación de Cáritas en Ciudad Rodrigo y que ponen de manifiesto que a lo largo de este año se ha atendido a más personas y han aumentado diferentes partidas, la conclusión es que «vamos a peor». Esas palabras son de Maribel Yugueros, directora de Cáritas, quien añade que «pensamos que aquí nadie pasa hambre pero la alimentación básica de muchas personas no es la adecuada».
En lo que va de año, la entidad de la Iglesia ha atendido a 380 familias, 10 más que el año anterior, y ese dato se traduce en unas 1.300 personas.
Destaca sobre todo la partida que se ha destinado para cubrir los gastos de alquiler, agua o luz de familias que no podían hacerlo, un 56% del gasto total, o cómo se ha multiplicado por dos la partida de alimentación pasando del 9 al 18% del presupuesto de esa delegación.
Todos estos datos se dieron a conocer en la presentación de la campaña navideña que este año lleva por título ‘Sé parte de nuestro compromiso’ y conlleva la presencia de voluntarios de la entidad en diferentes parroquias para hacer partícipe de la misma a la sociedad en general. Además, el día 19 se celebrará un acto público, una cadena humana para sensibilizar a la gente y que tome parte en este compromiso pues tal y como dijo la delegada de Cáritas, María Ollaquindía, «es un llamamiento a que la solidaridad sea un compromiso de vida».
El obispo, Raúl Berzosa, aprovechó para recordar algunas cifras muy apropiadas para ese momento y que tienen que ver con la acción caritativa de la diócesis. De este modo, se cuenta con seis centros sociales y asistenciales; se atendió durante 2016 a 2.450 personas; 350 enfermos o mayores y 19 drogodependientes. Los voluntarios de Cáritas en la diócesis son 77 y en Manos Unidas, 22; además, recibieron atención 1.502 personas en exclusión social y se apoyó a dos proyectos de cooperación al desarrollo.
El prelado civitatense tomó palabras del sociólogo, Martínez Cortés, para enumerar las causas por las que sigue habiendo pobreza: «La falta de trabajo, el fracaso de las relaciones familiares y sociales, la depresión crónica y haber nacido en zonas deprimidas».
Por último, Maribel Yugueros invitó a vivir «en clave de comunidad» pues su teoría y la de la Iglesia es que «nosotros solos no podemos» y puso a las personas «en el centro de nuestra tarea así cómo el conocimiento de la realidad».
Tampoco se olvidó de apuntar el necesario fortalecimiento de la animación comunitaria y de «cuidar a los agentes» que la desarrollan.
Para Yugueros, «nos encontramos en un modelo social de cambio, el anterior se ha quedado obsoleto». Su percepción es que la sociedad se ha acomodado a las necesidades y «empresas nacionales muy sensibilizadas están fallando ya con la atención directa, subvencionan proyectos de otro tipo».