Siete representaciones el día 24 en Ciudad Rodrigo y el público como protagonista para celebrar los 25 años de la Pasión
Un total de 77 representaciones, 12 marchas ‘En busca del Manantial’, la exposición ‘Gólgota, Pasión por una tierra’, viacrucis escenificado por la muralla de Ciudad Rodrigo, más de 1000 jóvenes involucrado o germen de lo que es a día de hoy la productora Contracorriente, son un pequeño ejemplo de los muchos datos pero sobre todo, vivencias, que dejan 25 años de la representación de la Pasión.
Primero fue el grupo El Manantial, luego el departamento de Evangelización y Nuevas Tecnologías de la diócesis, ahora también la delegación de Juventud los que año tras año han ido dando forma a esta escenificación que de nuevo, en este 2018 dejará momentos muy especiales propiciados por ese número tan mágico.
Hoy se han dado a conocer los detalles más importantes de lo que será el trayecto de este año y ya se puede adelantar que la representación del 24 de marzo en Ciudad Rodrigo será totalmente novedosa y de hecho, no será una sino varias.
Según explicó el director mirobrigense, Pablo Moreno, «cada año hemos tratado de innovar y de poner el acento en temas concretos» y es más, «esta Pasión está creada para remover».
El formato que se ha pensado es inmersivo lo que quiere decir que el público podrá sentarse a la última cena o será el protagonista en el lavatorio de los pies.
Escenas
De este modo, hay siete cuadros diferentes que comienzan en la plaza de Herrasti con una gran proyección sobre la torre de la catedral. A continuación, se pasa al claustro por la entrada de turismo y en las pandas del claustro se escenifican la entrada en Jerusalén, la expulsión del templo y una escena de Jesús enseñando en el templo. Acabada esa escena se pasará por la puerta de esviaje a la plaza de Amayuelas para que en el pórtico tenga lugar la última cena. Desde allí, la comitiva se encaminará por la bóveda chica y pasará al revellín de la muralla, donde tendrá lugar el cuadro de Getsemaní. En la falsa braga de la muralla tendrán lugar otra serie de cuadros y la resurrección se llevará hasta la puerta de San Vicente.
Otra de las novedades de ese año es que para ver el montaje será preciso adquirir una entrada-donativo con la que se contribuye a hacer frente a parte de los gastos que conllevará todo el despliegue y servirá para organizar a los grupos ya que habrá siete pases de 70 minutos cada uno desde las 21:30 horas. En cada pase se calcula la participación de unas 100 personas, por eso la insistencia en adquirir las entradas cuanto antes, para que se pueda organizar debidamente. El precio es de tres euros para adultos y de un euro para menores de 15 años. Esas entradas se pueden adquirir a través de la web pasionporunatierra.com, en Dt Informática y en el seminario.
La representación llegará a Zamarra el día 25 y a un tercer pueblo aún por determinar. En total, van a participar unas 130 personas y lo curioso es que se van a reunir varias generaciones de actores, los de antes y los de ahora, algunos de ellos ya con sus hijos.
Todo esto se verá complementado con una exposición de lonas al aire libre con la historia de estos 25 años de Pasión que se colocará en la plaza de San Salvador.
Juan Carlos Sánchez, rector del seminario y el ideólogo de la representación, manifestó sentirse «orgulloso y contento», sobre todo porque es mucha la gente joven que se va incorporando y eso garantiza «que haya futuro».
Hace varios meses que comenzaron a trabajar en la idea y hace también más de un mes y medio que tienen confeccionado el pregón de la Semana Santa mirobrigense pues serán ellos los encargados de pronunciarlo. Ya adelantan que será teatralizado y que no tiene nada que ver con lo convencional.
Pero si algo ha identificado desde siempre al grupo es la parte reivindicativa, su ‘pasión por una tierra’, y en esta ocasión no iba a ser menos. Después de presentar todo el proyecto, Javier Pérez Oliva dio lectura a un manifiesto en el que se hacía un recorrido por todas esas reivindicaciones que habían ido sumando años tras año: la vuelta del Calvario de Juan de Juni, el no a la guerra de Irak, medios para Siega Verde o el Castro de Irueña, crítica a la despoblación. Ese año inciden en la falta de acceso a las nuevas tecnologías, con conexiones a internet que no llegan.