“Recibo la ejemplar herencia de otro pastor asturiano: Don Atilano”
Mons. Raúl Berzosa, hasta ahora obispo auxiliar de Oviedo y que tomará posesión como obispo de Ciudad Rodrigo el próximo sábado 9 de abril, se despidió el pasado domingo día 3 de abril en la Catedral de Oviedo de la diócesis asturiana con una Eucaristía presidida por él mismo y concelebrada por el Sr. Arzobispo de Oviedo Mons. Jesús Sanz Montes y el arzobispo emérito Mons. Gabino Díaz Merchán. Han participado más de un millar de fieles y 130 sacerdotes.
En su homilía de despedida, Mons. Berzosa ha tenido palabras de agradecimiento al presbiterio de la diócesis ovetense, a los consagrados, a las asociaciones, cofradías y hermandades y «a las familias, particularmente a las más azotadas por el paro y la crisis».
«A la hora de decir adiós a esta querida Diócesis de Oviedo sólo tengo, en los labios y en el corazón, una palabra muy sentida: ¡Gracias!», ha expresado el obispo.
D. Raúl Berzosa ha añadido: “¡Me he sentido acogido y me habéis dado mucho más, en todas las dimensiones, de lo que os he podido ofrecer! Vuelvo a repetir que me voy, en cierta manera, contento porque la Diócesis de Oviedo está gobernada por un buen Arzobispo, D. Jesús Sanz Montes, e inmersa en un esperanzador proceso sinodal; y porque, a donde voy, recibo la ejemplar herencia de otro pastor asturiano: D. Atilano Rodríguez Martínez. Sólo me resta pedir perdón a quien pude ofender o no atender suficientemente desde la caridad pastoral; y, con afecto sincero, brindaros acogida en mi nueva Diócesis de Ciudad Rodrigo, que es la única y la misma Iglesia que peregrina. Allí seguiréis teniendo un hermano y un amigo en la fe”.
Al finalizar la eucaristía Mons. Sanz Montes le hizo entrega de un báculo de plata y esmaltes, decorado con motivos asturianos, como recuerdo de su paso por Asturias.