Jornada Mundial de la Paz

Raúl Berzosa: «Se necesitan leyes justas, centradas en la persona humana»

Queridos hermanos sacerdotes:

Hoy es la Jornada Mundial de la Paz. El tema elegido por el Papa Francisco ha sido “Hermanos, no esclavos”. Recuerda, en primer lugar, la carta de san Pablo a Filemón, en la que le pide que reciba a Onésimo como hermano (Fil, 15-16). Onésimo, esclavo, se convirtió en hermano de Filemón al hacerse cristiano.

También nos remite la libro del Génesis, donde se nos recuerda que todos tenemos un mismo Padre y formamos una sola fraternidad. Pero, por desgracia, el pecado de la separación de Dios-Padre, y del hermano, se convierte en una expresión del rechazo de la comunión traduciéndose en “la cultura de la esclavitud”. Por ello, la comunidad cristiana volverá a ser el lugar de la comunión vivida en el amor con Dios y entre los hermanos (cf. Rm 12,10; 1 Ts 4,9; Hb 13,1; 1 P 1,22; 2 P 1,7).

El Papa nos recuerda, en su mensaje, que hoy no existe “legalmente” la esclavitud, pero sí existen múltiples rostros de esclavitud nuevos: tantos trabajadores y trabajadoras, incluso menores, oprimidos; las condiciones de vida de muchos emigrantes; las personas obligadas a ejercer la prostitución, entre las que hay muchos menores, y en los esclavos y esclavas sexuales; los niños y adultos que son víctimas del tráfico y comercialización para la extracción de órganos, para ser reclutados como soldados, para la mendicidad, para actividades ilegales como la producción o venta de drogas, o para formas encubiertas de adopción internacional. El Papa recuerda, finalmente, a todos los secuestrados y encerrados en cautividad por grupos terroristas, puestos a su servicio como combatientes o, sobre todo las niñas y mujeres, como esclavas sexuales. Muchos de ellos desaparecen, otros son vendidos varias veces, torturados, mutilados o asesinados.

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‘Bienaventurados los misericordiosos’

gala 1Gran apoyo a la gala benéfica de la diócesis

Bajo el lema, ‘Bienaventurados los misericordiosos’, en consonancia con el año Jubilar de la Misericordia, la Diócesis civitatense ha vuelto a organizar una gala benéfica a favor de Caritas Diocesana, Manos Unidas, Conferencias de San Vicente de Paúl, Infancia Misionera e Hijos del Maíz.

La cita tuvo lugar en el Teatro Nuevo y estaba organizada a través del Departamento de Evangelización y Nuevas Tecnologías y del Secretariado para la Adolescencia y la Juventud y contó con la colaboración del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, Contracorriente Producciones y la Caixa.

El Teatro Nuevo registró una gran afluencia de público y en lo que a la gala en sí se refiere, en la introducción estuvieron Mons. Raúl Berzosa (piano) y Manuel de Aller Iglesias (trompeta). En la primera parte, ‘Las obras de misericordia de cada día’, se proyectaron testimonios y se contó con el estreno absoluto de una canción compuesta para la gala: ‘Canción para un ruiseñor’. El texto es de Juan Carlos Sánchez Gómez y la música de Mario de la Cruz Ortiz (En3jazz), quien la interpretó al piano. La cantaron diversos jóvenes y participó de manera especial la soprano Nathalie García (En3jazz). La canción habla sobre los refugiados y está dedicada a Aylán Kurdi, cuyo cuerpo apareció en la playa turca de Kos el 3 de septiembre. Acompañando los testimonios intervinieron los Hermanos Gutiérrez: Manuel José (teclado), Paloma (flauta), y Tevi (clarinete). Esa parte se cerró con la actuación de En3jazz.

Además se pudo ver el corto de Pablo Moreno, ‘Gracias’, realizado para la Jornada de la Infancia Misionera y en la parte dedicada a los villancicos más propios de la tierra, actuó la cantante de Fuenteguinaldo, Carmen Sánchez, ‘la Molinera’.

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A los presbíteros

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Raúl Berzosa: «La espiritualidad es la columna vertebral de cualquier servicio en la Iglesia»

Queridos hermanos sacerdotes:

El Papa Francisco, habló a la Curia, en las pasadas navidades, de las “principales enfermedades”. Este año, de las necesarias virtudes. Es una especie de acróstico en italiano, jugando con la palabra “misericordia”. Son claves para “volver a lo esencial”, y “una fuerte llamada a la gratitud, a la conversión, a la renovación, a la penitencia y a la reconciliación”.

Misionariedad y pastoralidad”: es lo que nos hace fértiles y fecundos; y la prueba de la eficacia, de la capacidad y de la autenticidad de nuestro obrar (nos saca de la autoreferencialidad, del narcisismo).

La “Idoneidad (preparación) y sagacidad (despiertos de mente)”. La idoneidad es el esfuerzo personal para adquirir lo necesario en orden a realizar del mejor modo las propias tareas y actividades, con inteligencia e intuición. Es lo contraria a recomendaciones y los sobornos. La sagacidad es la prontitud de mente para comprender y afrontar las situaciones con sabiduría y creatividad.

“ESpiritualidad y humanidad”. La espiritualidad es la columna vertebral de cualquier servicio en la Iglesia. Alimenta todo nuestro obrar, lo corrige y lo protege de la fragilidad humana y de las tentaciones cotidianas. La humanidad es una fe encarnada; nos hace diferentes de las máquinas y de los robots. Cuando nos resulta difícil llorar verdaderamente o reír apasionadamente, sufrimos un deterioro como “personas”.

“Ejemplaridad y fidelidad”. Ejemplaridad para evitar los escándalos que hieren las almas y amenazan la credibilidad de nuestro testimonio. Fidelidad a nuestra consagración, y a nuestra vocación.

“Racionalidad y amabilidad”. La racionalidad sirve para evitar los excesos emotivos, y la amabilidad para evitar los excesos “rígidos” de la burocracia, de las programaciones y de las planificaciones. Sirven para el equilibrio de la personalidad.

“Inocuidad (control de peligros y amenazas) y determinación”. La inocuidad nos hace cautos en el juicio, capaces de abstenernos de acciones impulsivas y apresuradas, actuando con atención y comprensión. Por otro lado, la determinación es la capacidad de obrar con voluntad decidida, con visión clara y en obediencia a Dios.

“Caridad y verdad”. La caridad sin la verdad se convierte en la ideología del “bonachón destructivo”, pero la verdad sin la caridad, es un afán ciego por judicializarlo todo.

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Dos de enero

GalaLa Diócesis organiza una gala benéfica con numerosos participantes y un estreno absoluto

Bajo el lema, ‘Bienaventurados los misericordiosos’, en consonancia con el año Jubilar de la Misericordia, la Diócesis civitatense vuelve a organizar una gala benéfica a favor de Caritas Diocesana, Manos Unidas, Conferencias de San Vicente de Paúl, Infancia Misionera e Hijos del Maíz.

La cita tendrá lugar en el Teatro Nuevo, el sábado 2 de enero de 2016, a las 18.00 h, y está organizada a través del Departamento de Evangelización y Nuevas Tecnologías y del Secretariado para la Adolescencia y la Juventud y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, Contracorriente Producciones y la Caixa. La duración prevista es de 1:20 h. Las entradas se pueden comprar en cualquier parroquia, en Manos Unidas o en Caritas y dos horas antes de comenzar la gala en la taquilla del Teatro, al precio de 4 euros. También hay una fila 0.

En lo que a la gala en sí se refiere, en la introducción estarán Mons. Raúl Berzosa (piano) y Manuel de Aller Iglesias (trompeta). En la primera parte, ‘Las obras de misericordia de cada día’, se proyectarán testimonios y se cuenta con el estreno absoluto de una canción compuesta para la gala: ‘Canción para un ruiseñor’. El texto es de Juan Carlos Sánchez Gómez y la música de Mario de la Cruz Ortiz (En3jazz), quien la interpretará al piano. La cantarán diversos jóvenes y participará de manera especial la soprano Nathalie García (En3jazz). La canción habla sobre los refugiados y está dedicada a Aylán Kurdi, cuyo cuerpo apareció en la playa turca de Kos el 3 de septiembre. Acompañando los testimonios intervendrán los Hermanos Gutiérrez: Manuel José (teclado), Paloma (flauta), y Tevi (clarinete). Se cerrará esta parte con En3jazz.

En la segunda parte, ‘Misioneros de la Misericordia’, se proyectará el corto realizado por Pablo Moreno para la campaña de la Infancia Misionera, titulado ‘Gracias’.

La tercera parte, ‘Las canciones navideñas de nuestra tierra’, contará con la presencia de la cantante guinaldesa, residente en Bruselas, Carmen Sánchez ‘la Molinera’. Como despedida, se cantarán dos Villancicos por todos los asistentes, bajo la dirección de Mons. Rául Berzosa y Manuel de Aller Iglesias.