¡QUE NO SE ENFRíE EL CORAZON!
Entramos en la Cuaresma. Este año con un mensaje muy atractivo: “Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría” (Mt 24,12)
Es una frase pronunciada por Jesús, en el Monte de los Olivos, respondiendo a una pregunta de sus discípulos: “¿Cuál será la señal de tu venida al final de los tiempos?”… Avisa de la situación de la comunidad frente a acontecimientos dolorosos y a falsos profetas.
¿Qué rostros asumen los falsos profetas de hoy?... – Algunos son como “encantadores de serpientes” que esclavizan a las personas, aprovechándose de sus emociones. Otros falsos profetas son “los charlatanes” que ofrecen soluciones sencillas e inmediatas a los sufrimientos o remedios, y que resultan completamente inútiles; por ejemplo, la droga a los jóvenes, unas relaciones “de usar y tirar”, o ganancias fáciles deshonestas. Otros falsos profetas no sólo ofrecen cosas sin valor sino que nos quitan lo más valioso: la dignidad, la libertad o la capacidad para amar. ¡Cada uno tenemos que discernir y examinar nuestro corazón para ver si estamos amenazados por los falsos profetas!
No podemos tener un corazón frío y apagado. ¿Qué señales nos indican que el amor del corazón se está apagando?… – Ante todo, la avidez por el dinero, “raíz de todos los males” (1 Tim 6,10); a ésta, le sigue el rechazo de Dios, prefiriendo quedarnos en nuestra desolación antes que sentirnos confortados por su Palabra y los Sacramentos.
¿Qué podemos hacer en la Cuaresma?…- Recobrar el dulce remedio de la oración, la limosna y el ayuno.
Por la oración, descubrimos en el corazón las mentiras que nos engañan y buscamos el consuelo de Dios y de su Vida.
Por la limosna, nos liberamos de la avidez, redescubrimos al hermano necesitado, y experimentamos una certeza: “que lo mío nunca es sólo mío”. ¡La limosna, como se lee en Los Hechos, debe ser un auténtico estilo de vida! ¡Dar limosna es colaborar con la Providencia de Dios para con sus hijos, con la certeza de que Él también me ayudará, porque nadie gana a Dios en generosidad!
El ayuno, debilita nuestra violencia y nos desarma, nos ayuda a crecer, a experimentar el hambre y sed Dios, y nos permite sufrir lo que los hambrientos sufren… ¡La Pascua es fuego nuevo para calentar el corazón en el corazón de Dios que nunca se apaga!
En esta Cuaresma apoyaremos una iniciativa del Papa Francisco: Entre el viernes 9 y sábado 10 de marzo, celebraremos “24 horas para el Señor”. En Ciudad Rodrigo, permanecerá abierto el templo de la Residencia de San José 24 horas, para la adoración y la confesión sacramental. Y para rezar al Dueño de la Mies que nos conceda nuevas y santas vocaciones sacerdotales, consagradas y de laicos comprometidos.
+ Cecilio Raúl, Obispo de Ciudad Rod