Consejo diocesano de Pastoral y Encuentro diocesano en la víspera de Pentecostés
La diócesis de Ciudad Rodrigo ha celebrado este pasado fin de semana dos citas muy importantes como son el Consejo Diocesano de Pastoral y el Encuentro diocesano en la Víspera de Pentecostés, en el que participaron numerosas personas llegadas de toda la diócesis. En primer lugar, el obispo pronunció una conferencia en la capilla del Seminario y posteriormente, presidió la Eucaristía en la Catedral de Santa María. El obispo lanzó algunas de estas ideas.
ALGUNAS CLAVES DEL PAPA FRANCISCO PARA RECREAR Y FORTALECER UNA IGLESA SINODAL[1].
1.- El Papa Francisco, no sólo ha devuelto una sonrisa a la Iglesia, cargada de ternura y misericordia, sino que ha hecho una propuesta nueva: la catolicidad, que ya no se pilota desde el centro, sino desde el SUR, desde la periferia
2.- La Iglesia católica avanza imparable hacia una figura auténticamente mundial y multicultural, como comunión de iglesias en todos los continentes. Es la base de la sinodalidad.
3.- Francisco sintetiza y expresa un cambio, en continuidad con el Vaticano II: resituar la Iglesia en el giro copernicano del mundo moderno, que se siente libre y autónomo de su tutela. La iglesia del papa Francisco no tiene miedo de vivir en un mundo multicultural, plural y globalizado. “La salida misionera” es perder el miedo al mundo en el que vivimos y a ser iglesia en ese mismo mundo.
4.- Como su nombre significa (Francisco) es un enamorado de la pobreza y de los pobres, y amante de la creación y de las criaturas. Promueve una cultura del encuentro y del diálogo, que escuche el clamor de los pobres y del planeta tierra. De ahí el profetismo en su lucha contra el desequilibrio ecológico, el drama de los refugiados, las mediaciones “artesanales” internacionales, el diálogo interreligioso, el diálogo ecuménico… Muchas veces nadando entre “Escila y Caribdis”, las críticas de dos sectores edclesiales: a) la de quienes se sienten inquietos al ver alterados sus esquemas tradicionales, se sienten amenazados en sus posiciones, y se resisten a la conversión misionera; b) la de quienes utilizan la figura de Francisco para contraponerlo a sus predecesores. El Papa Francisco, sin embargo, ofrece la iglesia a ambos, como “hogar y familia” (sinodalidad), para aportar lo mejor de sí mismos…
5.- Se presenta, ante todo, como obispo de Roma, se encomienda a su oración, e invita a su Pueblo a evangelizar Roma. Destaca la iglesia de Roma, en el seno de la comunión de iglesias, presidiendo en la caridad; al mismo tiempo, en ella, se hacen presentes las iglesias del mundo entero.
6.- Practica un discernimiento marcado por la tradición espiritual de los jesuitas, y por una reflexión filosófica, con cuatro grandes principios: el tiempo es superior al espacio; la unidad prevalece sobre el conflicto; la realidad es más rica que las ideas; el todo es superior a la parte (EG). Estos cuatro principios los deduce de una tesis, nunca defedida, sobre Romano Guardini. Y, completados, según J.C. Scannone y Rafael Luciani, por el trasfondo teológico de la llamada “teología del pueblo y de la cultura”. Además, según Massimo Borghesi, en filosofía, se hace eco de Amelia Podetti, de la que toma la idea de “periferia”, y del filósofo Alberto Methol Ferré, en el sentido de una dialéctica distinta de la hegeliana: no de ruptura y confrontación (de lucha de clases) sino de complementariedad y de encuentro (fusión de contrarios).
7.- Promueve una eclesiología de comunión y sinodalidad, para la misión y desde la misión. El Vaticano II y Evangelii Nuntiandi, de Pablo VI, colocaron la evangelización en el corazón de la iglesia: “la iglesia no es para ella misma, sino para evangelizar”; Francisco coloca a la iglesia en el corazón de la misión, porque la Iglesia nace y vive del ejercicio de la misión. La nueva evangelización, en clave de misión, es como “una verificación eclesiológica de autenticidad”; exige preguntarse si la iglesia está dispuesta a encarnarse en los escenarios donde se desarrolla la vida de nuestra sociedad y de nuestro mundo de hoy. De ahí, la llamada a una conversión pastoral: contentos de “ser pueblo”.