Una Iglesia que es familia, transparente y que comparte y ayuda
El 11 de noviembre se celebra el Día de la Iglesia Diocesana, este año bajo el lema ‘Somos una gran familia CONTIGO’. Esa frase no es gratuita y la Iglesia se muestra como una familia en la que todos tenemos una misión que cumplir, unos dones que poner al servicio de la construcción de la Iglesia y del reino de Dios.
En esta jornada se ofrecen las cuentas de resultados de 2017, en este caso, de la diócesis de Ciudad Rodrigo con los ingresos y los gastos. La generosidad de todos sigue haciendo posible la labor de la Iglesia.
Tampoco se puede olvidar que la Iglesia comparte y ayuda y que miles de personas encuentran en ella un mensaje de fe y de esperanza que da sentido a toda su vida buscando una sociedad mejor.
El ecónomo de la diócesis, Fernando Sánchez Tendero, recuerda que la Iglesia “es mucho más que números, si redujéramos solo la Iglesia a la economía estaríamos perdidos”. Coloca por encima de todo esa tarea pastoral y evangelizadora y el sentimiento de familia, “yo creo que eso es fundamental, es uno de los conceptos que se nos escapa, cuando uno se siente miembro de la Iglesia tiene que sentir que esa es tu familia también”.
Apela a la transparencia “durante todos los días del año, sobre todo con lo que no es nuestro, con lo que es de todos”, al igual que en una familia en la que hay unos gastos y unos ingresos cotidianos que son necesarios reflejar.
La diócesis de Ciudad Rodrigo es la más pequeña de España en número de habitantes y se ubica en una zona en la que la despoblación y la falta de industrias son una realidad, algo que influye en los ingresos que se puedan tener. “La mayor parte de los ingresos son gracias a la aportación voluntaria de la gente cuando se realiza la declaración de la renta, sin eso no podríamos vivir como Iglesia o sería con unas realidades que no serían las mimas”.
La retribución del clero es la partida más importante en el capítulo de gastos sin olvidar que la diócesis cuenta con 120 parroquias, con sus correspondientes iglesias, ermitas y casas parroquiales que hay que cuidar. Precisamente, el déficit de algo más de 60.000 euros del cierre del ejercicio está vinculado a obras extraordinarias que ha sido necesario acometer.
El descenso de población, irremediablemente, se traduce en una bajada a lo largo de los años en el número de personas que reciben los sacramentos a pesar de que con respecto al año anterior se mantienen. Fernando Sánchez deja de lado los números para decir que deben preocupar mucho más los motivos que llevan a una persona a bautizar a sus hijos o a recibir la primera comunión, “eso me parece más importante, más que el número, hay que dar solución a los problemas que se nos puedan presentar pastorales”.
Dentro de la labor caritativa y asistencial también ha sido muy importante el número de personas atendidas, “es la cara bonita de la Iglesia pero es la misma Iglesia”. Pone el ejemplo de Cáritas, “mucha gente no se da cuenta de que Cáritas es la Iglesia, es una cara de la Iglesia”.
Por su parte, el Administrador Apostólico, Mons. Francisco Gil Hellín, recuerda en una carta a la diócesis con motivo de esta fecha que “quienes hemos recibido el bautismo tenemos la suerte de habernos incorporado a una familia que nos transmite y alimente la fe, se nos da una razón para vivir y morir con esperanza y se nos cuida con amor, a la vez que se nos enseña a amar. Esa familia es la Iglesia”.
Concluye que “el Día de la Iglesia Diocesana es una oportunidad para refrescar estas verdades, interiorizarlas más, gozar más con ellas y agradecerlas con más intensidad. También es una buena ocasión de sentirnos orgullosos de pertenecer a ella y de comprometernos en ayudarla”.