Raúl Berzosa: «No existe ningún pecado que Dios no pueda perdonar. Solamente no puede ser perdonado quien se aparta de la misericordia de Dios»
Queridos hermanos sacerdotes, queridas consagradas, queridos todos:
El Papa Francisco anunció el día 13 de marzo, la celebración de un Año Santo extraordinario de la Misericordia. Dicho Jubileo comenzará con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica Vaticana durante la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre de 2015, y concluirá el 20 de noviembre de 2016, con la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo.
El anuncio se ha realizado coincidiendo con el segundo aniversario de la elección del papa Francisco, y el 50 aniversario del Concilio Vaticano II. El tema de este año santo ha sido tomado de la carta de San Pablo a los Efesios: “Dios, rico en misericordia” (Ef 2,4). Durante el Jubileo las lecturas para los domingos del tiempo ordinario serán tomadas del Evangelio de Lucas, conocido como “el evangelista de la misericordia”. Dante Alighieri lo definía como el “narrador de la mansedumbre de Cristo”. Son bien conocidas las parábolas de la misericordia presentes en este Evangelio: así, la oveja perdida, la moneda extraviada, el padre misericordioso. Los Años Santos ordinarios celebrados hasta hoy han sido 26. El último fue el Jubileo del año 2000.
La misericordia es un tema muy sentido por el papa Francisco quien, ya como obispo en Argentina, había escogido como lema propio, “miserando atque eligendo” (le miró con amor y lo eligió). En la exhortación apostólica Evangelii gaudium el término misericordia aparece 29 veces.