Órganos

La diócesis renueva el Consejo Presbiteral  para el próximo quinquenio

La diócesis de Ciudad Rodrigo ha renovado su Consejo Presbiteral que es, según el Código de Derecho Canónico, un grupo de sacerdotes en representación del presbiterio cuya misión es ayudar al obispo en el gobierno de la diócesis conforme a la norma del derecho, para proveer lo más posible al bien pastoral de la porción del pueblo de Dios que se la ha encomendado.

De este modo, el organigrama queda de la siguiente manera:

 Presidente: Mons. Cecilio Raúl Berzosa Martínez

 Miembros natos:

Vicario general: D. Tomás Muñoz Porras

Vicario judicial: D. José Juan Domínguez Martín

Vicario Episcopal de Pastoral: D. José Manuel Vidriales Manzano

Presidente del Cabildo Catedral: D. Ángel Olivera Miguel

Rector del Seminario: D. Juan Carlos Sánchez Gómez

Canciller-Secretario: D. Santiago Alonso Martín

Miembros elegidos por los sacerdotes:

Por el Arciprestazgo de Abadengo: D. Andrés C. García Sánchez

Por el Arciprestazgo de Águeda: D. Antonio N. Risueño Pérez

Por el Arciprestazgo de Argañán: D. Ángel Rubio Corchete

Por el Arciprestazgo de El Campo Charro: D. Jesús Gutiérrez Martín

Por el Arciprestazgo de Ciudad Rodrigo: D. Prudencio Manchado Vicente/  D. José María Rodríguez-Veleiro Rodríguez

Por el Arciprestazgo de La Ribera: D. Víctor Manuel Sevillano Vicente

Por el Arciprestazgo de Yeltes: D. Alfredo Ramajo García

Miembros de libre designación del obispo:

D. Nicolás Martín Matías

D. Fernando Sánchez Tendero.

Toro

17f361b91304187ae21b9ebfd886ece0El Arciprestazgo de Argañán visita las Edades del Hombre

El pasado sábado 18 de junio, un grupo de personas del Arcieprestazgo de Argañán se acercaron a Toro para visitar AQVA, la exposición de las Edades del Hombre. Posteriormente, celebraron la Eucaristía en las Madres Carmelitas y luego se trasladaron a Zamora para comer y para realizar una visita guiada a la Ruta del Románico y al Museo de Semana Santa.

La jornada terminó con una oración a la Virgen María en la capilla mayor del seminario ante una imagen de la Virgen de la Saleta.

Opinión

¡Mucho más que política!

Durante este mes de Junio, una vez más, estamos llamados a acudir a las urnas para ejercer nuestro derecho y deber de votar a nuestros representantes políticos. Como pastor católico, me sitúo entre el pueblo, en el terreno de la ética y del bien común.

En mi entorno, escucho voces de desencanto y de frustración social. La corrupción, el paro, el desencuentro entre políticos, los recortes sociales y los reajustes macro-económicos, o el primar las ideologías antes que la realidad, amenazan con una abstención notable.

No es tiempo de revanchas ni de mirar hacia atrás (“lo que pudo ser y no fue”). Estamos inevitablemente embarcados y navegando hacia el futuro. La barca social no está anclada en el puerto. Y el mar, español-europeo-mundial, no refleja aguas mansas.

Son tiempos, por lo mismo, de reconsiderar muy bien quienes serán los patronos y oficiales que nos deben llevar a buen destino; además, con qué cartas de navegación nos conducirán; y, todo ello, sin olvidar que todos somos marineros-responsables de lo que suceda en la nave. Cada cual debe aportar lo mucho o poco que sabe, puede o tiene.

Debemos primar las políticas de integración, de sumar y no restar, de buscar la paz social y el bien común, y de favorecer a los más pobres y descartados de nuestro sistema. No están en juego sólo políticas económicas, sino sobre todo un concepto de hombre y de mujer y, por lo mismo, de sociedad. Estamos en un cambio de época y en tiempos nuevos; también para lo político.

Esta tierra y este pueblo nuestro civitatense siempre ha sabido mostrar “su alma, su sabiduría y su intuición”, aún en los momentos más duros y recios. Somos conscientes de nuestra pequeñez, pero al mismo tiempo de nuestra dignidad. La familia, la solidaridad, el respeto, la fama, las sanas tradiciones, el trabajo bien hecho, la fiesta y las celebraciones, junto a la religiosidad, nos definen. Ni somos viejos estancados y paralizados, ni adolescentes que deban comenzar siempre de cero…

Somos un pueblo, como afirma el Papa Francisco, “que comparte un modo de vida y un proyecto social que anhela el bien común y desea privilegiar la cultura del encuentro y de la ética de la solidaridad, para que cada persona se sienta ciudadano, en el seno de su pueblo-social y, libremente, en el pueblo de Dios fiel”. Por encima de manipulaciones ideológicas e integrando siempre a los más marginados y excluidos.

Hago una doble llamada: por un lado, a ejercer nuestro voto responsable; y, por otro lado, a orar para que el Espíritu nos ilumine y sepamos abrir caminos de ilusión, de reconciliación, y de un compartir comunitario. Con un recuerdo que, en el corazón de los votantes, no puede faltar: “Esta tierra no la hemos heredado sólo para nosotros, sino para nuestros hijos y nietos”. En otras palabras, no deseamos una política “a corto plazo”, sino mirando el horizonte amplio y sembrando procesos a medio y largo plazo. Todo un reto y una esperanza.

 

+ Raúl, Obispo de Ciudad Rodrigo