Raúl Berzosa: «No has deseado narrarnos un mito sino el drama profundo de algo muy real»
Querida Ninfa: Agradezco sinceramente, en mi nombre y en el toda esta querida Diócesis, tu Hermoso Pregón de Semana Santa. Permíteme, con pudor y humildad, que no sean mis palabras sino las de un poeta, León Felipe, las que reflejen mis sentimientos más profundos al escuchar hoy tus hermosas palabras: “Ser en la vida romero, romero siempre que cruza por caminos nuevos… Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo… Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo, ni el tablado de la farsa, ni la losa de los templos, para que nunca recemos como el sacristán los rezos, ni como el cómico viejo digamos los versos… Pasar por todo una vez solo y ligero, siempre ligero, sensibles a todo viento y bajo todos los cielos. Poetas, nunca cantemos la vida de un mismo pueblo ni la flor de un solo huerto. Que sean todos los pueblos y todos los huertos nuestros”[1].
¿Qué tienen que ver este poema con tu Pregón? – No has deseado narrarnos un mito, una leyenda, o mera literatura, sino el drama, profundo, de algo muy real: la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Por eso, el pregonero, no es un “cuentacuentos” ni mucho menos un “cuentista”, es un peregrino de la vida y, sobre todo, un testigo de aquello que narra. Y, a pesar de todo y por eso, eras plenamente consciente, de que el pregonero sólo es un servidor de la palabra. Tan sólo un servidor. Ninfa: has sembrado en la tierra de la libertad de los demás. Has propuesto un kerigma; no has impuesto ideología. Nos lo dejó muy claro la Santa Madre Teresa de Calcuta.
Con sus propias palabras de mujer, y como homenaje, al Señor, a ella, a tu persona, y a todas las Hermandades y Cofradías de Semana Santa, te regalo este florilegio de pensamientos tan sugerentes: “Enseñarás a volar, pero no volarán tu mismo vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñarán tus mismos sueños. Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu misma vida. Y, sin embargo…en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino que has enseñado”.
Sí, querida Ninfa, las palabras pasan, las lecturas y los escritos también; y, hasta pasan los pregones y los pregoneros. Sólo queda el misterio del que nos hacemos eco y al que prestamos nuestra pobre voz. Sólo queda el misterio, en nuestro caso, de un drama inabarcable: el haber sido, amados, creados y rescatados a precio de sangre divina. ¡Basta contemplar! ¡Sobren las palabras! ¡Todo es don, inmenso don!
¡Muchas gracias a quienes activamente participan en la Semana Santa civitatense: Hermandades y Cofradías, comunidades cristianas, y organizadores de los diferentes actos; en particular mi agradecimiento al Sr. Presidente y a la la Junta Mayor de la Semana Santa; y muchas gracias a todos los presentes por su cariño y por su paciencia! ¡Feliz y Fecunda Semana Santa 2017 a todos!
+ Cecilio Raúl Berzosa, Obispo de Ciudad Rodrigo