La Catedral de Santa María ha sido el lugar elegido para explicar el proceso de restauración del cuadro ‘Cristo en la Cruz’, de Gonzalo de Ribas que, precisamente, ocupa un lugar destacado en el presbiterio.
Todo este proceso ha sido explicado por las restauradoras responsables, Carmen Diego Espinel y Carmina Fernández Bermejo.
Tal y como explicó el presidente del cabildo, D. Ángel Martín Carballo, hasta que salió para ser restaurado el cuadro estaba en la sacristía.
La obra es de calidad, entre otras cuestiones, por los materiales, el dibujo, la iluminación tremendista, con un Cristo que tiene cuatro clavos, acompañado por ángeles. Esta obra está vinculada al Barroco sevillano. El trabajo de restauración se ha extendido durante siete meses. El cuadro está sobre un bastidor fijo, con un tipo de lienzo, mantelillo o mantel poco usado en Castilla y sí en Sevilla.
Las restauradoras mostraron en su explicación imágenes sobre el antes y el después.
Aunque es un cuadro tenebrista han conseguido dejar visible la firma del autor y una cartela que porta un ángel, aunque al faltar letras no han podido dejarla completo, puesto que la intervención es respetuosa con lo que existe. También la inscripción de la cruz, INRI, estaba escrito en varias lenguas.