“Hace frío pero la acogida es muy calurosa”. Con esas palabras resumía el Nuncio Apostólico en España, Mons. Bernardito Auza, las muestras de afecto y cortesía que ha recibido en el transcurso de su visita a la Diócesis de Ciudad Rodrigo en el día del patrón de Miróbriga, San Sebastián.
Tras pasar por el obispado, el Nuncio acudió a la Casa Consistorial donde fue recibido por el alcalde, Marcos Iglesias, y la mayor parte de la corporación. Tras firmar en el libro de honor de la ciudad puso de manifiesto que esta ha sido la primera Diócesis que ha visitado tras presentar sus cartas credenciales la pasada semana al rey Felipe VI. “Es el primer viaje fuera de Madrid, hice una visita de cortesía y de trabajo al arzobispo de Madrid pero esta es la primera Diócesis que visito desde la presentación de mis credenciales”.
Explicó que son “muchas las informaciones” que tiene sobre la ciudad, la Diócesis, la zona o la historia destacando el papel de su consejero que desde hace dos años reside en España y conoce “especialmente las Diócesis de todo el país.
Mons. Auza se mostró igualmente confiado de que “no será la única visita que haré a Ciudad Rodrigo en nombre del Santo Padre”.
Ya en la Eucaristía, celebrada en la Catedral de Santa María invitó al gran número de fieles que se llenaron el templo, a seguir el ejemplo de San Sebastián que “nos invita a tomar muy en serio la vida de la fe; creer en él es recibirlo en nuestra vida, nombrarlo, seguirlo, amarlo”.
Añadió, además, que “las dificultades que ocasiona la fe son parte de la identificación con Cristo”, al tiempo que concluyó pidiendo que el patrón de Ciudad Rodrigo “nos libre de la mediocridad, del miedo de una vida a medias”.
El Nuncio acompañó en procesión popular el traslado de San Sebastián desde la Catedral de Santa María hasta la parroquia de San Cristóbal donde hubo oportunidad de besar la reliquia y de despedir a todos los presentes.
Por su parte, el obispo Administrador Apostólico, Mons. Jesús García Burillo, agradeció “vivamente” en nombre de toda la Diócesis “su paternidad manifestada al haber querido visitarnos en esta fiesta patronal de San Sebastián, apenas llegado a España en su nueva y alta misión”.
Mons. García Burillo le deseó “sabiduría y fortaleza para realizar las abundantes y delicadas tareas que le esperan en las Iglesias de España” y recordó que la de Ciudad Rodrigo es una Diócesis pequeña en tamaño pero “muy antigua y llena de grandes deseos”.