«Alégrate Jerusalén’, este es el anuncio del Evangelio que Mons. Jesús García Burillo nos recuerda en este Cuarto Domingo de Cuaresma, también conocido como el Domingo de la Alegría.
¿Cuál es la razón de la alegría? Don Jesús nos explica dos: La primera es que estamos ungidos (el día de nuestro Bautismo o en la Confirmación se nos coloca ese sello por el que el Señor nos hace suyos). La otra razón es que el Señor nos ha iluminado porque nos ha dado unos ojos nuevos, una vista nueva, nos hace ver que la realidad que estamos viviendo ahora con todas las dificultades pero también con todas las posiblidades que tenemos para vivir y para descubrir grandes valores.