Al hilo del Día de la Iglesia Diocesana que se celebra el próximo domingo 8 de noviembre, desde la Diócesis se nos invita a colaborar con nuestra parroquia aportando lo que tenemos: tiempo, cualidades, colaboración económica y oración.
Cualquier momento es bueno para hablar de esas personas anónimas que dan mucho sin esperar nada a cambio. Un claro ejemplo de esa dedicación y entrega es el de Leonor Pérez Martín, una vecina de Aldeanueva de la Sierra, que a sus 91 años, sigue custodiando las llaves de la iglesia parroquial.
“Desde hace 60 años me encargo de abrir y cerrar la Iglesia de Aldeanueva, es algo que viene de familia porque antes que yo, las tuvo mi madre”, indica esta mujer a la que ante las circunstancias actuales su párroco, Fernando Sánchez, la excusa de ir al templo «porque no me quiero poner mala”.
Siempre ha vivido al lado de la iglesia y la gente recurre a ella cuando quiere entrar para rezar o hacer una visita. “La llave se la doy a la gente que conozco y que sea buena, no se la doy a cualquiera”.
Se muestra convencida en sus palabras de que «los santos son los que nos pueden ayudar, vivo con miedo con todo esto”.
Dice que siempre ha hecho las cosas “lo mejor que he podido, honradamente, y voy a continuar guardando las llaves mientras esté viva”.
Esta tarea es para Leonor “un servicio a la Iglesia, un trabajo que hago con mucho gusto”, al tiempo que recuerda que durante 30 años ha rezado el Rosario o aquellos años en los que organizaban el Vía Crucis de un modo más especial.
Recita sin equivocación oraciones de la niñez y menciona a sus padres Lorenzo y Francisca, que también la enseñaron “a dar limosna al humilde”.