Con el retiro de esta mañana celebrado en Fuenteguinaldo, Arciprestazgo de Águeda, han terminado los siete que cada trimestre se ofrecen en los diversos arciprestazgos de nuestra Iglesia particular, presididos por el Obispo Administrador Apostólico, Mons. Jesús García Burillo, acompañado del Vicario de Pastoral D. Gabriel Ángel Cid López.
Han proporcionado un gozo particular después de pasar un año sin poder reunirse por causa de la pandemia. Encontrarnos, saludarnos, preguntarnos por nuestro estado personal y por nuestras familias ha sido objeto de alegría grande para todos en estos encuentros.
Como es sabido, a estos retiros asisten los sacerdotes y personas que libremente acuden, sobre todo colaboradores parroquiales de las comunidades. Así el Obispo puede tomar el pulso a la vida de los pueblos y ofrecerse para todas aquellas actividades que sean necesarias, como confirmaciones, reparaciones del patrimonio, asuntos administrativos o de caridad, fiestas patronales o cualquier tipo de necesidades. Vienen a ser como visitas pastorales a cada una de las parroquias, todas reunidas en el arciprestazgo. En efecto, allí están las personas más comprometidas y las que llevan el peso de la Iglesia diocesana.
El tema del retiro de este trimestre ha sido las actitudes del cristiano en los momentos que estamos viviendo, fundamentalmente ante la pandemia y en la espera de un futuro obispo para nuestra diócesis.
El Obispo ha animado a todos reiteradamente a que vivan en la unidad, en la comunión, en el afecto de unos hacia otros. En el cuidado de los demás, como repite el Papa frecuentemente. Ha comentado la carta de san Pablo en que ruega a los cristianos de Corinto que no haya divisiones entre ellos, que tengan un mismo pensar y un mismo sentir. Don Jesús les ha rogado que todo lo hagan bajo la protección de San José, en cuyo año jubilar nos encontramos. Que acojamos el cuidado de aquel que es Custodio de la Iglesia y en particular de las familias.
Esta es la prioridad que nuestra diócesis ha elegido para trabajar pastoralmente durante este curso. La diócesis de Ciudad Rodrigo la inició en el mes de septiembre y el Papa, providencialmente, lo ha hecho con carácter universal en la pasada fiesta de San José.
Y al tema de familia la reunión de arciprestazgo ha dedicado la segunda parte del retiro. En estos días se ha examinado y compartido cómo se debe acompañar, discernir e integrar a las familias. Son las tres grandes acciones que propone el Papa respecto a la pastoral familiar. Acompañar a las familias en todo momento y circunstancia, favorable o desfavorable, pero especialmente cuando es desfavorable. También, discernir en qué momento se encuentran respecto a su vida de fe y su pertenencia a la Iglesia o a la comunidad parroquial. Y, finalmente, tratar de integrarles, en la medida y el grado que sea posible, en la vida de la comunidad, de la parroquia. Siempre teniendo la puerta abierta, dispuestos a acoger las familias como si la parroquia fuese un hospital de campaña.
El Obispo ha mantenido también en los retiros un tiempo de encuentro con los sacerdotes, para comentar y dialogar de una manera más cercana y familiar sobre la situación de la diócesis en estos momentos de espera. La Invitación del Obispo ha sido siempre a confiar en la decisión del Papa, una vez que hemos expresado ampliamente nuestra opinión cuando hemos sido consultados personalmente. La Iglesia desea que estos temas se traten “separadamente”, que cada uno de su parecer, “una cum suo voto” –dice el Código en latín-, no en asamblea, no en tumulto. El Papa conoce muy bien, y conocerá más plenamente, cuanto piensan y cuanto le han propuesto respecto al futuro, muchos obispos, sacerdotes, religiosas y laicos de esta diócesis y de fuera de la diócesis. Ahora, por tanto, es tiempo de esperar con serenidad y con paz, en oración, la resolución última de la Santa Sede.
Finalmente, se ha acordado que el próximo retiro tendrá lugar en el mes de junio, mientras los participantes se han deseado una buena Semana Santa y una feliz y gozosa Pascua de Resurrección. Los sacerdotes se volverán a encontrar en la catedral para concelebrar la Misa crismal el próximo martes.