Como cada tarde de jueves, el Obispo Administrador Apostólico, Mons. Jesús García Burillo, ha celebrado la Eucaristía con los seminaristas.
Cada día, en un ambiente distendido y en diálogo con ellos, explica en la homilía alguno de los aspectos de los textos litúrgicos proclamados.
En el día de hoy, Don Jesús ha tomado como base de su comentario el texto del Evangelio de Juan: “Como el Padre me ha amado, así os he amado yo”. Los seminaristas han ido expresando espontáneamente en qué momento han sentido con mayor claridad el amor de Dios en sus vidas: en la elección al venir al seminario, en el amor de sus padres en especial de la madre, en los disgustos, en las buenas notas, en el cuidado del Rector y los formadores, en la comunión eucarística, etc.
El Obispo se ha fijado en el “cómo”, de modo que han respondido en qué momentos entienden que Jesús fue amado por el Padre y hasta qué punto el Padre lo amó y, en consecuencia, hasta qué punto también ellos podrán experimentar el amor de Dios en sus vidas: en el regalo de su existencia, en su estudio diario, en su actividad apostólica, etc. El Obispo les ha confiado también cuándo él sintió especialmente el amor de Dios en su vida, aplicándolo a los momentos concretos de la vida de un muchacho llamado por Dios al sacerdocio.