El Obispo Administrador Apostólico, Mons. Jesús García Burillo, ha presidido esta tarde, la Misa por Todos los Difuntos de la diócesis en el cementerio de Ciudad Rodrigo. El sacerdote D. Tomás Muñoz ha concelebrado junto al Obispo.
Varias religiosas y un nutrido grupo de fieles han participado en la celebración.
En una tarde otoñal, fresquita, con abundantes nubes grises y blancas el Obispo se ha preguntado: ¿Y son muchos los que “están en pie, delante del Cordero”, es decir del número de los salvados? Y ha recurrido a dos respuestas: una bíblica y otra del Papa Francisco. El libro del Apocalipsis habla de “una muchedumbre inmensa” y de un número simbólico, 144.000 “marcados”. Las dos referencias aluden a la totalidad de los “crismados” en el bautismo y en la confirmación. Tal es el resultado de multiplicar 12 x 12.000, que es la globalidad de las tribus de Israel y del nuevo Israel. Es decir, la Iglesia. Una multitud en todo caso.
La segunda respuesta la da el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica sobre la santidad. Aquí habla de “la clase media de la santidad”, como si pudiera pensarse en una aristocracia de la santidad o una santidad para las élites espirituales. También el Papa sugiere otra expresión semejante: “los santos de la puerta de al lado”, que puede concluir en que cada uno también puede considerarse “santo”, ya que todos somos vecinos de alguien que viva a nuestro lado. En ambos casos, el Papa nos sitúa al alcance de la santidad: Una vida cristiana normal, centrada en la familia, en el trabajo, en la sociedad, vivida en conformidad con el Bautismo, sujeta a los criterios que Jesús mismo dio en sus bienaventuranzas. Gentes desprendidas de los bienes de este mundo, compasivos, servidores, capaces de perdonar y afanados por la justicia.
El Obispo felicitó a todos porque todos hemos sido llamados a cooperar en la marcha de la sociedad, cada uno desde su sitio en la vida.
El martes, a las 11:00 horas, D. Jesús presidirá en la Catedral, la Conmemoración de los Fieles Difuntos.