La parroquia de Boadilla ha acogido en esta mañana de domingo, las confirmaciones de dos jóvenes de esta localidad y uno de Villavieja de Yeltes.
Acompañado por el párroco D. Anselmo Matilla, el Obispo Administrador Apostólico, Mons. Jesús García Burillo, saludó a todos los presentes, en especial a los confirmandos y a sus familias.
Don Jesús comenzó preguntando a los jóvenes: ¿os gustan las películas de miedo? Porque el relato del Evangelio, hablando del final de los tiempos decía: “En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán”. Un relato que da miedo.
Y es que el relato del fin del mundo, como el final de la vida de una persona, la muerte, siempre nos da miedo. Pero en este caso, hay dos factores que nos ayudan a andar seguros y confiados por nuestra vida personal y por la historia humana. El primero es que “entonces vendrá el Hijo del Hombre”. Y en segundo lugar, que “sus ángeles reunirán a sus elegidos de los cuatro vientos”. La venida de Jesucristo, por tanto, será con el fin de llevar con Él a todos los elegidos. Y el modo cómo lo hará será “reuniéndolos”.
Es lo que pretende el presente sínodo universal: reunir a la humanidad, conseguir que “caminemos juntos”, con un solo corazón y una misma alma, compartiendo los bienes que el Señor nos ha dado. El Espíritu Santo es el mayor don que Jesús nos regala esta mañana por el sacramento de la confirmación. Y el Espíritu tiene como finalidad principal reunir, impulsarnos a avanzar en el camino que conduce al Hijo del Hombre.
En la celebración también ha participado el coro del grupo Hakuna de Salamanca.