La localidad de Villasrubias y, más concretamente su parroquia, ha sido el lugar en el que se ha desarrollado la entrada de Mons. José Luis Retana en la Diócesis de Ciudad Rodrigo.
El Obispo Electo ha recordado que es «un gesto tradicional» que cuando los obispos entran en el territorio de la diócesis se les reciba en la primera parroquia y en este caso, es la de Villasrubias la primera que se encuentra viniendo por carretera desde Plasencia, el lugar de origen.
Mons. Retana fue recibido a la puerta de la iglesia por el Administrador Apostólico, Mons. Jesús García Burillo, que le presentó a los miembros del Colegio de Consultores, a los presbíteros del arciprestazgo, a las religiosas y al alcalde de Villasrubias, mientras las campanas sonaban de fondo.
Dentro del templo esperaban un grupo de vecinos de la localidad además de representantes de los 17 municipios que conforman el Arciprestazgo de Águeda.
Delante del altar, el Obispo Electo ha orado durante unos instantes y momentos después, ha sido Mons. García Burillo el que le ha dado la bienvenida: «Ha sido muy gozoso que el Señor se haya fijado en ti», al tiempo que invitó a toda la diócesis a acogerlo «con afecto religioso y humano».
D. Jesús recordó el momento en el que don José Luis hizo su entrada en la Diócesis de Plasencia, a través de Puente Congosto, y tanto en aquella ocasión como ahora en ésta, al igual que Abraham, «llamado por el Señor dejó su patria».
Mons. García Burillo definió a la comunidad de Villasrubias como «pequeña y sencilla, como lo es toda la diócesis; menos en el alma que es grande, viva y escucha la voluntad de Dios y trata de organizarla en su vida tranquila».
A continuación, don José Luis tomó la palabra para referirse, entre otras cuestiones, a los planes que puede tener cualquier persona y que no siempre coinciden con los de Dios. «El Señor cambia los planes y te pide salir de tu diócesis, de tu casa» pero a la vez, «¡Qué grande es Dios y que bella es la Iglesia! Que hace esta especie de carambolas extrañas, que yo tenga que venir a suplir a mi paisano y amigo».
Fueron muchos los deseos que expresó en voz alta el prelado, «conoceros y trabajar juntos» fue uno de ellos, pero también «ser un padre bueno».
Don José Luis desechó la ingenuidad, «soy consciente de la dificultad de la tarea, de la desproporción, es una situación nueva para vosotros y para mí, pero vengo convencido de que vengo con la fuerza de otro más grande, de otro modo yo no osaría comenzar esta aventura, por eso lo que he pedido siempre es paciencia conmigo y ayuda, que la estoy teniendo».
Concluyó señalando que «yo no vengo a hacer cosas, vengo a deciros que sois amados de Dios, que sois salvados en Jesucristo que es el único capaz de dar la alegría que desea nuestro corazón y os lo quiero decir con mi vida, queriendo ser un Pastor a imagen del único Pastor».
En esta celebración se proclamó la Palabra y terminó con la bendición del Obispo Electo.
Después de este acto, Mons. Retana y el resto de representantes de las diócesis de Ciudad Rodrigo y Plasencia se han trasladado al Palacio Episcopal de Ciudad Rodrigo para realizar la profesión de fe y el juramento de fidelidad.
Además, se le ha entregado un anillo en plata realizado por orfebres locales.