El Obispo de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Mons. José Luis Retana, ha sido el encargado de bendecir el nuevo retablo de la parroquia de San Cristóbal de Ciudad Rodrigo, durante la celebración que ha tenido lugar este domingo de Navidad.
El retablo ha sido realizado en su totalidad en madera, se ha elegido el color dorado para las columnas y adornos, el blanco para los fondos del expositor y las imágenes de Cristo crucificado, Virgen de los Remedios y San Cristóbal, y el beige y un rosa asalmonado para el resto del retablo. A estos tres últimos colores se les ha dado un efecto marmoleado para dar mayor realce y prestancia al retablo.
El nuevo retablo se divide horizontalmente en tres partes: banco (sobre el que descansa el retablo propiamente dicho), un único cuerpo y un ático. Verticalmente el retablo está dividido en tres calles. Para su elaboración se ha tomado como modelo el expositor existente en la parroquia y que forma parte del nuevo retablo, pues no tendría ningún sentido que el expositor fuese de un estilo artístico y el retablo que lo rodease fuese de otro estilo completamente distinto. Había que buscar unidad de conjunto para que la obra realizada fuese bella.
A la hora de dividir las calles del nuevo retablo se han colocado cuatro columnas doradas similares a las del expositor, con basa, fuste acanalado, y capitel de orden compuesto (con volutas y hojas de acanto). En la calle central se ha colocado el sagrario con su expositor a una altura más baja a la que estaba colocado anteriormente, con la finalidad de que el sacerdote acceda al mismo de manera más fácil. Sobre el expositor está el ático del retablo con un remate curvo en el que se ha colocado de nuevo el Cristo crucificado. Hasta 1977 estuvo en este lugar y vuelve a él siguiendo la tradición retablística que ha situado siempre a Cristo crucificado encima del sagrario. Por su parte, sobre las columnas de las calles laterales se sitúa el entablamento, la cornisa y unos remates en los que están representados Dios Padre como un anciano con barba y pelo blancos y los brazos abiertos en la calle izquierda y la paloma que representa el Espíritu Santo en la calle derecha.
En el banco o parte baja del retablo se han colocado unos relieves a modo de tondos en los que se representan al pelícano dando de comer a sus crías en la calle central, el anagrama de la Virgen María bajo la imagen de la Virgen de los Remedios y el anagrama de la medalla de San Cristóbal, “SCPN” (“Sanctus Cristophorus protector noster” en latín, “San Cristóbal protector nuestro” en castellano) bajo la imagen del titular de la parroquia.
Distribución anterior
La Parroquia de San Cristóbal de Ciudad Rodrigo tuvo como retablo mayor hasta antes de que se ampliara su presbiterio a mediados del siglo XX el actual retablo de San Sebastián en el que está también la imagen de San Cristóbal, titular de la parroquia. En el momento en que se amplió el presbiterio y se hizo el actual transepto, el retablo de San Sebastián se colocó en su actual posición, justo en frente del retablo de la Virgen del Rosario. En su lugar, en los años posteriores al Concilio Vaticano II, se colocó el sagrario con el expositor realizado por la empresa madrileña “Talleres Granda” y encima se ubicó la talla de Cristo crucificado. Fue en 1977 cuando el Cristo crucificado fue desplazado al lado izquierdo del sagrario, según se mira desde la nave de la iglesia, y la imagen de la Virgen de los Remedios fue colocada a la derecha del sagrario.
En 2021 el actual párroco, D. Rafael Caño Santos, mostró su interés en hacer un nuevo ornato para el presbiterio del templo y se puso en contacto con la Delegación diocesana de Patrimonio cultural y desde ésta se le planteó la posibilidad de pedir presupuestos para realizar un retablo para el presbiterio. Después de valorar distintas opciones se decidió encargar un retablo para el presbiterio a la empresa “Arte Martínez” de la localidad de Horche (Guadalajara).
Esta obra ha tenido un coste de 89.000 euros, más de la mitad sufragados por un particular y otro 25% con los ahorros de la parroquia de los últimos años. También se han efectuado otra serie de donaciones de calado y en general, están colaborando los fieles de la parroquia para hacer frente al gasto.
Con la instalación del nuevo retablo del presbiterio de la Parroquia de San Cristóbal, así como del nuevo ambón y la nueva sede, se ha buscado dotar a la parroquia de nuevos bienes muebles siendo de nuevo la Iglesia mecenas a la hora de promover la creación de obras artísticas con fines evangelizadores, un papel que la Iglesia no debe nunca de dejar de desempeñar. A la vez, se ha buscado la belleza como un bien que nos ayuda a encontrarnos con Dios y un mayor sentido evangelizador y catequético en la distribución y organización del espacio celebrativo.