La enfermedad es un tiempo de especial densidad en la vida de cada persona. Por eso el Papa Francisco nos ha invitado este año a caminar junto a los que sufren. “Cuida de él”, nos dice, trayendo a la memoria la petición que hizo el buen samaritano al posadero, a quien le encarga la atención del hombre herido en el camino (Lucas 10,25-37).
Acogiendo este mensaje, la Iglesia en España ha vuelto la mirada sobre nuestros mayores, hombres y mujeres agotados por la enfermedad y el peso de los años. Hombres y mujeres de quienes hemos recibido mucho y a quienes en el ocaso de su vida no sabemos cómo acompañar en la escucha, en el sufrimiento, en su fe.
Como Delegación de la Pastoral de la Salud y con el apoyo de las Madres Carmelitas de Ciudad Rodrigo y de los miembros de distintas comunidades, nos hemos unido en oración por nuestros hermanos que sufren en el dolor y la enfermedad. La celebración estuvo presidida por D. Isidoro González.
Que nadie se sienta abandonado de Dios que es “Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos” (Ef 4,6).