Eligió Cáritas para ser voluntaria por una cuestión «de valores y por mi forma de ver el voluntariado”. Judith Mateos comenzó en 2012 a entregar su tiempo y cualidades a los demás y salvo parones puntuales, ha seguido con esta tarea, en los últimos tiempos en los servicios de infancia y mayores de la entidad de la Iglesia.
“Me animó a ser voluntaria de Cáritas las distintas opciones que había aunque infancia es lo que más se acomodaba a lo que yo podía aportar porque mi trabajo está relacionado con niños”, comenta, “me gustó cómo trabajan, cómo lo tenían organizado y eso me animó a seguir, además una vez dentro conoces cada vez más cómo se trabaja aquí y bajo mi punto de vista es una manera muy buena, personalizada, están atentos a niños y mayores, se involucran mucho”.
Además de cumplir con su horario laboral, Judith dedica buena parte de sus tardes a brindar apoyo escolar, a realizar actividades de ocio y acompañamiento con menores y en el servicio de mayores programa talleres de memoria y ocio.
Dice que “se nota la diferencia entre niños y mayores pero siempre coinciden en lo agradecidos que son los unos y los otros y que siempre tienen algo que enseñar”.
En el caso de los niños trabajan con menores de diferentes nacionalidades pero “los niños siempre se adaptan, encontramos diferentes culturas, algunos conocen muy poco el idioma y es una barrera pero al final se logra, no hay grandes diferencias, nos adaptamos un poco a su cultura y ellos a la nuestra siempre desde el respeto entre ambas”.
Este año están desarrollando un taller de alfabetización con los niños y aunque tratan de explicar lo que no entienden o más les cuesta a nivel académico “lo más importante es que les dotamos de herramientas que en casa no se las pueden dar para que vayan avanzando, se trata de estimularles, darles el empujón que necesitan que vean que esforzándose pueden conseguir sus objetivos”.
Judith dice que a través del voluntario “me siento bien, me gusta, es una forma de ayudas y de avanzar” y no deja de reconocer que “aprendes mucho de ellos, de diferentes culturas, juegos, ves cómo avanza todo con relación a cuando eras niña, supone un enriquecimiento personal para mí, me permite abrir la mente”.
En estos tiempos en los que los contribuyentes realizan la declaración de la Renta es bueno recordar que marcando la ‘X’ se ayuda a sostener la Iglesia en el desarrollo de sus actividades: mantener al clero, el anuncio del Evangelio, la vivencia de la fe y la inmensa labor asistencial que desarrolla en España y en todo el mundo y es ahí donde aparece Cáritas y todos sus voluntarios.
Por último, destierra la idea de que el voluntariado tiene que ser presencial y que te va a llevar mucho tiempo, “no es así, hay muchas otras formas de poder ser voluntario”.
En la imagen, Judith junto a algunos de los menores que acuden al servicio de infancia de Cáritas.