La Jornada Mundial de la Juventud entra en su recta final y desde ayer, los actos centrales girar alrededor del Papa Francisco.
Aún así, las actividades siguen y hoy viernes, las catequesis han estado centradas en la misericordia. Mons. José Retana, como obispo de las diócesis de Ciudad Rodrigo y Salamanca, ha impartido una de esas catequesis que ha centrado en el la cita evangélica de Lucas 1, 50: «Y su misericordia llega a los fieles de generación en generación».
En ella ha recordado a los jóvenes que se han concentrado en el campo de fútbol de Abóboda que «la Iglesia es embajadora de la misericordia de Dios» y les ha invitado a que se conviertan en «la generación de la misericordia». Sus palabras han ido precedidas de un momento de adoración ante el Santísimo.
Mons. Retana también les ha animado a reflexionar sobre la presencia de Cristo en la Eucaristía, recordando cómo Jesús es el rostro de la Misericordia del Padre, como lo expresó María en el Magníficat y como cantó Zacarías.
Don José Luis señaló varios momentos clave en la vida de Jesús donde su misericordia fue evidente: su compasión por las multitudes necesitadas, su elección de compartir con los pecadores, su narración de las parábolas que ilustran la búsqueda del Padre por lo perdido y su perdón a la mujer adúltera. Subrayó cómo el culmen de la misericordia se manifestó en la cruz cuando Jesús pidió perdón para sus verdugos. Y ha emplazado a los jóvenes a ponerse ante el Crucificado, «No le mires, sino ¡Déjate bañar de su misericordia!»; y acercarse al sacramento de la Reconciliación «para acoger su misericordia y perdón».
La Iglesia, embajadora de la misericordia
En sus palabras ha señalado a los peregrinos que la Iglesia es embajadora de la misericordia y les ha desafiado a vivirla en sus vidas cotidianas. «La misericordia es un don, pero también una tarea», dijo el obispo, recordando la parábola del Buen Samaritano. «Jesús nos llama a ser servidores, hermanos y testigos de la misericordia».
El pastor ha pedido a los jóvenes que practiquen la misericordia en sus vidas, ya sea brindando ayuda a aquellos que han caído al margen de la sociedad, siendo hermanos compasivos en la Iglesia y en la vida diaria, «comprendiendo, amando, perdonando, escuchando… Evitando juicios fáciles sobre los demás».
La catequesis concluyó con la celebración de la Eucaristía que fue concelebrada por los sacerdotes que acompañaban a estos jóvenes del Obispado de Orihuela – Alicante, Diócesis de Córdoba y de Renovación Carismática Católica en España (RCCE).