El Vicario General de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, D. José María Rodríguez-Veleiro, ha presidido este martes, la Eucaristía en la Catedral de Santa María, con motivo de la Solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora, patrona de la Catedral.
En primer lugar ha destacado el privilegio que supone celebrar cada 15 de agosto en este templo dedicado a la Virgen y donde «cualquier detalle nos habla de ella, ya sea en piedra, en madera, en pintura».
D. José María ha recordado que en el Evangelio que ha proclamado «María misma pronuncia proféticamente las palabras que dan sentido a nuestro estar hoy aquí. Dice: «Desde ahora me felicitarán todas las generaciones».
Durante su homilía ha añadido que «nos encontramos con que el Evangelio de la Misa nos presenta a María “subiendo” a la montaña, no para “elevarse”, sino para “abajarse” sirviendo a su prima. María aparece subiendo “aprisa” y “para servir”. El dogma que hoy motiva esta celebración es la consecuencia lógica de la vida de María. La que se había “abajado” siguiendo el ejemplo de su Hijo, aceptando como su Hijo la voluntad del Padre con su “fiat”, que se acercó a las necesidades de sus semejantes, a la necesidad de su prima Isabel, tendría que ser elevada por encima de todo como confirmación del cumplimiento de la voluntad de Dios en su persona».
Ante los presentes ha manifestado que «el encuentro con el otro, con nuestros hermanos, sobre todo con los más necesitados y desfavorecidos en actitud de entrega y servicio humilde es el inicio de nuestro ascenso al lado de Dios Padre, porque es en ese abajamiento donde somos elevados a nuestra condición de hijos de Dios».
Junto al Vicario General han concelebrado varios canónigos.