El Obispo, Mons. José Luis Retana, ha presidido este viernes la fiesta del Seminario en conmemoración de San Cayetano, su fundador.
Es verdad que a este sacerdote santo, «que se tomó muy en serio la reforma de la Iglesia en su tiempo», se le festeja en el mes de agosto, pero fue un 26 de noviembre, cuando comenzaron las clases en el Seminario de Ciudad Rodrigo, de ahí el sentido de la jornada de hoy.
El Obispo ahondó en su homilía en ese aspecto de la reforma de la Iglesia, «lejos de mirar a los demás y exigirles un cambio radical, empezó él mismo por ponerlo en práctica».
Recordó que junto a otros compañeros «inició un movimiento de renovación y de cambio de vida, basado sobre todo en la práctica de la caridad fraterna» que le llevó a «vivir como las primeras comunidades cristianas, es decir, teniéndolo todo en común: la enseñanza, la Eucaristía, la oración, la vida misma de cada día animada por la caridad para con los hermanos.»
La originalidad de la idea de San Cayetano fue «proponer este estilo de vida no a los monjes o a los frailes, sino a los sacerdotes diocesanos o clero secular, que tenían que atender al cuidado integral de los fieles en las parroquias y en otros ministerios».
Surgieron así los clérigos regulares llamados teatinos -de Thiene-, una orden religiosa que sirvió de modelo a otras muchas fundadas entre los siglos XVI y XVII.
La segunda parte de la homilía de don José Luis se centró en el testimonio sacerdotal, «el testimonio de la vida de los sacerdotes es el factor más decisivo en la pastoral vocacional», valoró.
Según destacó, para los chicos que han sentido la llamada del Señor y desean seguirle «es fundamental encontrar plasmados en la vida concreta de cada sacerdote el ideal que están acariciando. En este sentido la cercanía personal y el testimonio de quien ejerce el ministerio con alegría y con generosidad, sustentado en la espiritualidad y en el afán de servir al reino de Dios por encima de todo, constituyen un factor casi decisivo para los jóvenes de hoy que no se dejan arrastrar por palabras o por ideas o proyectos, sino por hechos y por conductas».
Tras la finalización de la Eucaristía se ha desarrollado un acto académico titulado ‘Semblanza del Dr. Justo García, alumno del Seminario San Cayetano’, a cargo del Dr. D. Maximino Carpio.