Ciudad Rodrigo están dedicando buena parte del fin de semana a su músico más ilustre, Dámaso Ledesma, y dentro de los actos programados, se incluyó una charla sobre su figura impartida por la musicóloga Josefa Montero, que tuvo lugar el sábado por la tarde en el Salón Obispo Mazarrasa del Palacio Episcopal. Dicho acto estuvo presidido por el Obispo, Mons. José Luis Retana.
La experta, miembro del Centro de Estudios Mirobrigenses, definió a Ledesma cómo «un músico importantísimo» que fue conocido «más por las melodías populares, pero hay mucho más, es alguien de primera línea que se codeaba con Tomás Bretón».
Dámaso Ledesma fue organista de la Catedral de Ciudad Rodrigo y, posteriormente, de la Catedral de Salamanca.
Se formó en el Seminario San Cayetano y el 30 de mayo de 1888 asumió el cargo de organista en Ciudad Rodrigo, inmediatamente después se ordenó como presbítero. En 1896 se convierte en primer organista de Salamanca.
Su obra más conocida es el ‘Cancionero salmantino’, que le llevó a recorrer buena parte de la provincia para recopilar toda la tradición oral que atesoraba la gente de los pueblos. «Cogía notas al oído y letras, recorre toda la geografía», explicó Montero. Entre esas canciones había diferentes temáticas relacionadas con los trabajos, la fiestas o las bodas. «Era tradición oral hasta que él lo fijó, le debemos mucho».
Ledesma fue defensor de la música tradicional en el templo, pues también la había religiosa. «Lo que más se difundió fue el Cancionero, pero además de recopilar también hace armonizaciones, no solo es recopilador», insistió la experta.
En 1925 compuso el himno a Ciudad Rodrigo, su localidad natal en la que reposan sus restos.