El vicario de Pastoral, Antonio Risueño, destaca algunos aspectos del Año Jubilar de la Esperanza que celebra la Iglesia Universal y cuya apertura diocesana tendrá lugar este sábado, 11 de enero
Delegación de Medios
¿De qué manera se abre al Año Jubilar en la Diócesis de Ciudad Rodrigo?
El Año Jubilar está abierto desde la Iglesia Universal, presidida por la Iglesia de Roma, pero nosotros tenemos la celebración el día 11. En concreto, saldremos de la iglesia del Sagrario, dentro de la ciudad, para llegar a la Catedral. Todo ello con la presencia y la presidencia de nuestro obispo, Mons. José Luis Retana.
¿En qué consiste un Año Jubilar?
El jubileo es una práctica habitual en la Iglesia y ordinaria, repetida cada 25 años, y también de forma extraordinaria. El último fue el gran Jubileo del año 2000, tiene carácter universal. Este implica a toda la Iglesia Universal, a todos los lugares del planeta, y tiene su origen en el Antiguo Testamento, llamado también Año de Gracia, en el cual cada 50 años, se convocaba un Jubileo. La Iglesia Universal lo propuso en el año 1300 de la Edad Cristiana, cuando comenzaba el siglo XIV, y tiene, sobre todo, una búsqueda de la alegría por medio de la penitencia, por medio del perdón, por medio de la reconciliación, Porque la alegría no llega si no hay reconciliación y perdón dentro de la propia Iglesia, y dentro de las personas.
¿Qué invitación lanza para esta celebración en la diócesis?
Está dirigida a todos los miembros de las parroquias, de los arciprestados, para que participen ese día en Ciudad Rodrigo.
Hay un programa de actividades que acompañará a este Año Jubilar de la Esperanza…
Sí, por supuesto. La Iglesia propone las cosas, aunque sea de forma ordinaria, pero las propone siempre con un fin, que lo obra el Espíritu Santo, no es cosa nuestra. Y ese fin es, sobre todo y ante todo, revitalizarnos, recuperar la esperanza, recuperar las ganas de vivir en el Espíritu de Dios.
¿Qué haremos? Pues tener de una forma jubilar, o sea, penitencial, de esperanza y de alegría, todos los actos que se tienen en el curso. Se presentarán todos esos actos en el mes de marzo, en los encuentros de los siete arciprestados de la diócesis, y también habrá una celebración jubilar como tal en cada uno de ellos s a final de curso, en el mes de junio.
Además, ya está organizada la peregrinación a Roma con miembros de la diócesis, y las propias delegaciones también tendrán ese talante de peregrinación y de caminar hacia adelante, hacia la esperanza y la alegría, mediante la reconciliación. También queremos darle un talante jubilar a las fiestas de los pueblos, de forma sencilla, pero de forma significativa.
¿También se contarán con esos templos de la misericordia?
Son los templos en los cuales una persona puede ir a reencontrarse, y nosotros queremos que sea la Catedral y la iglesia de los tres conventos de clausura que tiene la diócesis. En concreto, las Carmelitas de Ciudad Rodrigo, las Agustinas de San Felices, y las Franciscas, en el Zarzoso.