La Delegación de Familia y Vida celebra una ruta romántica con 24 parejas

Con motivo de la Semana del Matrimonio, organizaron varias iniciativas que culminaron con esta iniciativa que se desarrolló por las calles de Miróbriga

 

 

DELEGACIÓN DE MEDIOS

Bajo el lema «Llena su corazón, hazlo latir», la Delegación de Familia y Vida celebró la Semana del Matrimonio con varias iniciativas, entre ellas un «Ruta romántica» que tuvo lugar el pasado sábado, 15 de febrero. Según confirma el delegado, Daniel Mielgo, en ella participaron 24 parejas, y el objetivo era, «juntar a matrimonios que quieren fortalecer su comunicación y tener un momento especial para ellos».

Este responsable aclara que para aquellas parejas que vinieron con sus hijos, voluntarios de la delegación crearon un equipo para estar con los más pequeños, «mientras la pareja disfrutaba de una ruta por Ciudad Rodrigo«. En concreto, según relata Mielgo, «a través de los diferentes espacios y del patrimonio artístico que tenemos, pudimos conocer un poquito más de la ciudad».

Este delegado precisa que, entre monumento y monumento, «se les proponía una serie de dinámicas y de momentos entre la pareja, donde cada uno iba también haciendo un ejercicio de poner en común aquello que les ha unido en el matrimonio«. Daniel Mielgo argumenta al respecto que también hubo momentos de perdón, «o de recordar el sacramento». 

Un símbolo de fraternidad

La ruta terminó en la capilla del Palacio Episcopal, donde cada pareja renovó su compromiso matrimonial ante la Virgen y ante el Padre. Tras este gesto, concluyeron la jornada con una cata de un vino de Jerez, según este responsable de Familia y Vida, «donde leímos el pasaje de las bodas de Caná y el símbolo del vino en la Biblia, como símbolo también de fraternidad y de alegría». Asimismo, también hablaron sobre el matrimonio y su belleza, o, «sobre la importancia del sacramento». 

Entre las 24 parejas había matrimonios que llevan juntos ya 30 o 40 años, y jóvenes novios que todavía no han celebrado el sacramentos, entre otros. «Todos pudieron ver en esta vocación, en esta misión del matrimonio, cómo es el compromiso, la entrega o el servicio al otro para darse como Cristo se ha dado», matiza Daniel Mielgo, que conforma la Delegación de Familia y Vida junto a su mujer, Teresa Anciones.

Por último, el delegado definía esta actividad como dos grandes catequesis, «con la que pretendíamos desde la Delegación de Familia dar ese valor al matrimonio y visibilizarlo por las calles».

El objetivo final de la Semana del Matrimonio, según insiste, es generar una mayor comunidad, «y una mayor implicación de las familias y de los matrimonios en las comunidades parroquiales, o en otros grupos».