Doce personas de la diócesis de Ciudad Rodrigo participaron del 7 a 9 de febrero en este encuentro nacional, donde también ha estado presente el obispo, Mons. José Luis Retana, quien hace balance de lo vivido junto a parte de la delegación
DELEGACIÓN DE MEDIOS
La Diócesis de Ciudad Rodrigo se ha unido a la gran «fiesta» de la Iglesia que ha tenido lugar en el Congreso de Vocaciones celebrado en Madrid del 7 al 9 de febrero. En total, doce personas representaban a Miróbriga en este encuentro nacional, entre ellos, tres sacerdotes, religiosas y laicos que se sumaron a este impulso vocacional que se trasladará a las diócesis.
Tras la eucaristía de envío, el obispo de Ciudad Rodrigo, Mons. José Luis Retana, reconocía sentirse “muy contento”, porque en este congreso ha visto lo grande que es Dios, “y qué bella es la Iglesia”, ya que según afirma, “aquí estábamos representados todos”. Mons. José Luis Retana ha elogiado el trabajo del equipo que se ha creado para este encuentro, “porque han trabajado previamente al congreso”.
Además, resaltó algunos momentos vividos, “preciosos”, y que ahora, a la vuelta, es momento de estudiar todo lo tratado, “y que los equipos que han participado se vuelvan a ver, y quizás, trabajar los documentos, y desde ahí, ver cómo podemos afrontar esta realidad“.
«Cada vida es una vocación»
Mons. José Luis Retana insiste en que cada uno de nosotros, “es una vocación”, y por otro lado, aclara, “también se trata de quitar de la mentalidad de la Iglesia el hecho de que la vocación es solamente para la vida religiosa o sacerdotal”. Al respecto, interpelaba: “Cada vida es una vocación, y Dios nos ha dado la vida para Él, para entregársela a Él, y para entregarse a los hermanos“. Y sobre ellos, aseguraba el obispo que se va a trabajar, “¿y cómo lo podemos hacer?”, se plantea, “a lo mejor con mucha sencillez y pobreza en nuestra diócesis”.
Y cree que lo importante es entender que nosotros, “hemos sido amados, y somos fruto de un proyecto hermoso de Dios”, y añade que el Señor, “nos ha pensado con una tarea”. Mons. Retana reiteraba que lo hermoso es descubrir, “que yo soy una vocación, y por lo tanto, intentar descubrir para qué he sido pensado, y en eso, servir lo mejor posible al mundo que nos ha tocado evangelizar”.
Por su parte, el delegado de Pastoral Vocacional, Anselmo Matilla, reconocía que este congreso «ha sido una gracia del Espíritu Santo y un momento eclesial fundamental». También resaltó el hecho de que se reunieran tantos carismas, y misiones distintas, «tantas vocaciones», reflexionando sobre algo fundamental, «que es que soy misión en esta tierra, y para quién soy, para Jesús, ¿no».
Este responsable tiene claro que ahora toca realizar un trabajo posterior, «e insertar en las diócesis ese afán evangelizador, e intentar hacer un pequeño servicio de Pastoral Vocacional».
Descubrir la vocación
Una de las jóvenes que acudió al Congreso de Vocaciones fue Jimena Mielgo, de 19 años, quien resaltó que acudir a este encuentro, «me ha servido un montón para tener más ganas de hacer más cosas en la pastoral». Ella está vinculada en Ciudad Rodrigo a la Pastoral Juvenil y a la Delegación de Familia y Vida. «Nos ha impulsado a todos a ir a nuestros sitios de origen y tener muchas ganas de que todos los jóvenes descubran su vocación», subrayaba.
Jimena Mielgo también relataba su vocación, la de estudiar, en su caso, Psicología, «y desde ahí, ayudar a todos nuestros jóvenes a que descubran al Señor y a que tengan muchas ganas de estar con Él y de quererlo».
