El fin de semana del 28 de febrero al 1 de marzo los seminaristas han estado de convivencias en tres grupos. Los de 1º y 2º de la ESO han estado en Monsagro, acompañados por Aitor, educador y profesor, D. Vidal, director espiritual, y Efraín, párroco del mencionado pueblo. Han residido en un albergue, propiedad del mismo Ayuntamiento del pueblo, cuya cesión gratuita el Seminario agradece. En la convivencia han tenido tiempo para jugar, rezar, tener alguna meditación y también peregrinar al Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia. Por su parte, los de 3º y 4º de la ESO, acompañados del formador y profesor José María y por el párroco, Miguel Ángel, han pasado los días de convivencia en Saucelle. El Seminario agradece también en este caso la cesión, por parte del Ayuntamiento del pueblo, de las escuelas como lugar de residencia. Finalmente, los alumnos de 2º de Bachillerato han estado residiendo en la zona nueva del Seminario acompañados por el Rector, Anselmo, y por el presbítero Antonio Risueño. Como actividad externa al lugar de residencia, el sábado este tercer grupo de seminaristas se acercó a Casillas de Flores, donde caminaron hasta el Dolmen hallado hace poco en el cordel cercano al río Águeda. Han sido unos días muy valorados por los chicos que, según ellos, han servido para fortalecer los lazos de unión entre los compañeros de niveles académicos similares, así como para reflexionar y poner la vida delante del Señor en el inicio de la Cuaresma. Los seminaristas han valorado especialmente la presencia de sacerdotes de la diócesis con los que habitualmente no tratan en la vida diaria, fuera de las clases: han agradecido su presencia, su juventud y su cercanía para con ellos. El colofón del fin de semana ha sido la reunión mensual de padres, el domingo 1 de marzo por la tarde. D. Tomás Muñoz Porras, sacerdote de la Diócesis, párroco de San Andrés y profesor de Psicología en el Seminario, habló a los padres de cómo educar en valores a partir de dos ejemplos: el valor cristiano del perdón y el valor humano de la verdad. Tras la charla y el coloquio, muy valorados por los padres, se terminó la reunión compartiendo un café y rezando todos juntos la oración de vísperas en la capilla del Seminario.
Texto remitido por don Anselmo Matilla, Rector del Seminario