Su presencia en la Diócesis de Ciudad Rodrigo se ha convertido en una constante después de tres años colaborando en las parroquias de diferentes arciprestazgos. D. Patricio Luis, sacerdote natural de Mozambique, comenzó su vinculación con la Diócesis prestando ayuda los fines de semana en el Arciprestazgo de Argañán, principalmente, pero una vez que ha concluido sus estudios de Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Salamanca “la intención es seguir con el doctorado, que no es tan exigente como la licenciatura, por lo que seguiré colaborando en la Diócesis con más tiempo que antes”.
Ya lo ha hecho este verano, “con las fiestas de los pueblos, que no son pocas, colaborando con varios curas, sobre todo con D. José María, D. Gabriel y D. Carlos”. O dicho de otro modo, a caballo entre los arciprestazgos de Águeda y Argañán, sin olvidar la parroquia de El Salvador de Ciudad Rodrigo.
Asegura que la relación con la gente de los pueblos es “muy buena” y el hecho de estar en varias parroquias “me facilita conocer mucha gente”.
Califica como una experiencia “bonita” salir fuera de su país para formarse, “casi todos queremos tener esta experiencia, ver cómo es la Iglesia en Europa porque de aquí salieron los misioneros para nuestros países”, comenta. “Queremos saber cómo es la vida religiosa aquí, cómo son las cosas, de hecho, se aprende mucho porque es otra visión de las cosas, si te quedas solo con la África a lo mejor estás más limitado”, añade.
Reconoce que la vida de los sacerdotes en España y Mozambique es “un poco diferente” y señala que en el caso de la diócesis civitatense “hay más encuentros de formación y eso me ayuda a estar con los demás, a conocernos; en mi país, en cambio, hay más convivencia, somos muchos curas jóvenes y aquí más mayores, es un poco distinto pero la experiencia es muy rica tanto con el clero como con el obispo, ya nos conocemos”, concluye.