Desde las nueve de las mañana se han desarrollando las diferentes ponencias que se incluyen en esta tercera jornada del congreso Duc in Altum en el que se analiza el pasado, presente y futuro de la institución. Hoy, concretamente, el presente ‘Redde in teipsum’.
Javier Francia, arquitecto diocesano, ha pronunciado la primera de las ponencias titutlada ‘El edificio hoy: adaptaciones y reformas en el siglo XXI’.
A continuación, el sector, Anselmo Matilla se ha centrado en ‘La Biblioteca el Seminario diocesano: origen, valoración y obras relevantes’. Entre otras cuestiones ha destaco que una biblioteca es un tesoro que recoge, en forma de libros, el saber transmitido durante largo tiempo. Después del edificio y del archivo histórico la biblioteca es, probablemente, el tercer gran tesoro material con el que cuenta el Seminario Diocesano de Ciudad Rodrigo. Cerca de 20.000 volúmenes provenientes de muy diversos lugares, desde el Monasterio de la Caridad hasta las parroquias de nuestra Diócesis y fondos particulares, hablan de ciencias naturales, teología, filosofía, filología, literatura o derecho a aquellos que se acercan a consultar las estanterías. La riqueza bibliográfica se acrecienta aún más cuando se observa la antigüedad de algunas de las obras, cercanas al nacimiento de la imprenta. Un tesoro así merece ser conservado: es posible abrir caminos para un trabajo futuro que facilite consultar las obras de tan diversos saberes presentes en la biblioteca del Seminario.
‘El archivo musical del Seminario’ ha sido el título de la comunicación de Manuel José Gutiérrez, profesor de música del Seminario y organista de la Catedral.
La música siempre ha estado muy presente en la vida del Seminario, tanto en la actividad escolar como en la extraescolar. A lo largo de su historia ha habido muchas agrupaciones musicales: Orfeón, Schola, incluso orquestas y rondallas. La música ha jalonado no solo la vida religiosa: celebraciones litúrgicas o solemnidades, sino también la vida interna y social mediante veladas literario-musicales y conciertos. Se puede decir que desde siempre, el Centro ha propiciado y cultivado el gusto por la música, y para ello ha contado con grandes profesionales. Y podemos decir del Seminario lo que Mateo Hernández Vegas dice las escuelas de Música de la Catedral.
“En nada fue tan decisiva la influencia de la Catedral, como en la enseñanza de la música. Nunca se confió esta enseñanza a personas extrañas […] llamando […] a los mejores músicos que pudieran hallarse”.
A nuestro seminario llegaron para ocupar el puesto de organista y de directores de la Schola músicos provenientes de la diócesis de Vitoria. Algunos alumnos de la institución llegarán a ser grandes músicos. Otros llegarán a ser profesores, muchos de ellos desempeñaron también cargos musicales en la Catedral, como los de maestro de Capilla, organista o chantre. De toda esta actividad musical el Seminario guarda un interesante archivo musical formado por más de un millar de registros .
José Ignacio Martín Benito, del Centro de Estudios Mirobrigenses, hablará a partir de las 12:00 horas de ‘El Seminario desde su fundación hasta la Ley Moyano de Educación (1769-1857)
Entre las diversas instituciones dedicadas a la educación en Ciudad Rodrigo destaca el Seminario de San Cayetano. Nacido en la época del despotismo ilustrado, el Seminario fue atravesando diversas etapas a lo largo del siglo XIX -críticas unas, de bonanza otras, hasta la promulgación de la Ley Moyano de 1857. En ese trayecto, el Seminario fue adaptándose a los diferentes planes de estudios, emanados tanto de la monarquía absoluta como de la constitucional. El propósito de este trabajo es indagar en la historia de este establecimiento educativo, al que acudían a formarse alumnos procedentes principalmente de la diócesis civitatense.
Momentos hubo, no obstante, en los que el Seminario sufrió las consecuencias de determinados acontecimientos y cerró sus puertas. En el periodo que estudiamos el cierre tuvo lugar en tres ocasiones, en dos de ellas por motivo de la guerra, cuando el edificio fue utilizado como cuartel por las tropas (Guerra de las Naranjas y Guerra de la Independencia) y la tercera por decisión gubernamental durante el bienio progresista.
Ligado o incorporado a la Universidad de Salamanca, el centro fue recibiendo las disposiciones y reales órdenes de la autoridad educativa por vía del rectorado o secretaría del estudio salmantino. Por ello, el archivo del Seminario guarda una interesante correspondencia entre ambas instituciones, que resulta muy útil para conocer determinados aspectos de la vida académica: cursos y materias a impartir, derechos de matrícula, libros de textos o exámenes y obtención de grados. También la propia documentación generada por el Seminario ayuda a conocer más de cerca a los protagonistas del proceso enseñanza-aprendizaje, esto es, a los alumnos y a sus profesores Los libros de cuentas aportan también información sobre cuestiones relacionadas con la conservación y mantenimiento del edificio, prestación de servicios, avituallamiento y consumo.
A continuación, el inspector de Educación, Joan Miguel Sala Rivera, se centrará en ‘El centro académico actual: desde la implantación de la Ley General de Educación (1970) y las sucesivas leyes hasta la actualidad.
Un breve vistazo a los últimos 50 años de historia del Seminario San Cayetano, puede completar la visión real de la excelente aportación del mismo, tanto a la preparación para el sacerdocio en la diócesis civitatense, como a las oportunidades de formación y de promoción educativa extendidas a muchas generaciones de jóvenes nacidos y criados en el entorno geográfico diocesano. Como institución académica, y durante el periodo señalado, el Seminario adaptará la estructura de sus enseñanzas y planes de estudio a la legislación educativa general y a su desarrollo normativo vigente en cada momento, desde la promulgación de la Ley General de Educación (1970). A raíz del Acuerdo entre el Gobierno y la Santa Sede sobre enseñanza, suscrito en 1979, se reconocerá formalmente la equiparación entre los estudios cursados en los Seminarios y los estudios no universitarios implantados con carácter general, superándose así el planteamiento confesional existente en esta materia. El nuevo planteamiento, más que una actitud no confesional por parte del Estado, o una necesidad de someterse a la legislación estatal; representa el deseo de la autoridad eclesiástica de que los seminarios no constituyan mundos aparte o ámbitos culturales diferentes y ajenos al de los restantes alumnos. Este nuevo enfoque ampliará la finalidad y la función del Seminario en su esfuerzo por continuar su servicio a la Diócesis.
La mañana se cerrará con la intervención del director de la Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo, Manuel Jesús González, en una lectura sobre ‘El seminario y la ciudad: la presencia activa y viva del Seminario san Cayetano en las alegrías y tristezas de nuestra tierra’. Destacará cómo el Seminario Diocesano de Ciudad Rodrigo, además de cumplir sus objetivos principales por su condición institucional y fundacional, se ha convertido inevitablemente en una institución de referencia para Ciudad Rodrigo y su diócesis por su marcada implicación en el territorio más allá de las labores pastorales y vocacionales. Desde el punto de vista de la intervención sociocultural, ha jugado un papel fundamental como dinamizador de Ciudad Rodrigo y su comarca, generando procesos de transformación social y estimulación educativa en un contexto en desventaja, como es el rayano. Su apego al medio rural ha permitido dar voz a las personas, acoger a los humildes y espabilar a cientos de jóvenes. Desde este punto de vista, compartiremos una serie de reflexiones sobre la presencia del Seminario en la dinámica cívica, fundamentadas en los principios de la animación sociocultural y que han generado iniciativas no eclesiásticas que contribuyen a reforzar la resistencia de nuestra tierra. Al amparo del Seminario han cristalizado proyectos como la Feria de Teatro de Castilla y León, la Fundación Ciudad Rodrigo, la formación del voluntariado de las Edades del Hombre, el Grupo Manantial, la celebración de eventos culturales de gran trascendencia o la estimulación de una industria audiovisual de gran compromiso.
Ya por la tarde, Francisco Hernández González, antiguo alumnos del Seminario, abordará ‘Los docentes del Seminario san Cayetano y los docentes antiguos alumnos del Seminario: un florilegio de los más importantes’.
Hablaremos del factor humano de una institución formativa: el Seminario Conciliar de Ciudad Rodrigo en su 250 aniversario nada menos y del conjunto de Colegios y asociaciones educativas diocesanas que en su alrededor orbitan. Diremos que indudablemente son un elemento esencial en este preciso momento, en el que debemos poner en valor, proyectar y dar a conocer su influencia en la sociedad de su época y en sus diferentes ámbitos de actuación: pastoral, educativa… Al mismo tiempo, podremos descubrir y comunicar su incalculable legado, pasando de la intrahistoria del Seminario y su entorno, a dar a conocer su historia vivida hacia adelante.
En esta Comunicación nos encontraremos dentro del Jardín Cayetanista con quienes dedicaron gran parte de su vida a la Profesión de Docentes. Esta Galería de Docentes, en las tareas de enseñar y educar, desempeñó una misión fundamental cuyo epicentro es el seminario de San Cayetano y Colegios. Se ha seleccionado una pequeña y significativa muestra, por ser probablemente la más florida a la que denominamos: florero cayetanista. Este grupo de microbiografías que consideramos abierto, son todos los que están y tal vez es posible que no estén todos los que son.
El trabajo realizado ha sido amplio y arriesgado e incluso osado, difícil y enojoso, tanto por lo que se dice como por lo que se puede omitir. Ahora bien, con grandes dosis de prudencia, trabajo, y coraje, se ha podido seguir remando y teniendo por guía el lema de nuestro Congreso: Duc in Altum. Este comunicado es también un sencillo y emotivo homenaje-ofrenda a todos los Profesionales docentes que han pasado y se han formado en el entorno Cayetanista como Institución educativo-formativa.
Invitamos a todos a ser Filos-sofos, esos “amantes del saber”, que no sabios y que como amantes, admiremos con amor y gran respeto, el legado de los nuestros que hoy presentamos.
A las 17:15 horas se desarrollará una mesa redonda en el que se hablará sobre ‘El Seminario en los últimos años: vocación, educación y diálogo fe-cultura’. Intervendrán el director de cine Pablo Moreno, José Manuel de Luis, de la Fundación Ciudad Rodrigo y Adrián Matilla, antiguo alumno.
Completarán la jornada Javier Alonso, aportando datos sociológicos extraídos del archivo académico.
El Archivo Académico, casi completo, de una Institución con 250 años de vida como lo es nuestro Seminario de S. Cayetano es un elemento de una riqueza extraordinaria para conocen la entidad y la importancia que ha tenido y tiene la Institución, porque lo más importante de un Centro como este es su componente humano.
La Informatización de ese Archivo ha sido entre las labores realizadas con ocasión de este 250 Aniversario ha sido una labor de gran importancia que ha posibilitado conocer directamente la Dimensión del Centro en cuanto al personal que lo ha compuesto en las diferentes épocas, y, dada su integración indiscutible en el territorio y en la sociedad de cada época, también va a posibilitar conocer mejor las crisis demográficas y sociales de la Diócesis.
Hay todavía tarea a realizar para profundizar en este conocimiento por el Análisis Informático, Sociográfico y Sociológico de los datos a los que se alude en el comunicado.
Es importante saber que el Centro ha cumplido con creces con la principal misión encomendada en sus inicios: Formar sacerdotes para el servicio de la Diócesis e incluso para proporcionar Curas a otras realidades necesitadas, (Misiones, emigrantes etc…) a pesar de ser escaso el % de alumnos que a lo largo de los tiempos lo consiguieron.
Por último, Antonio Risueño, profesor del Seminario, planteará la ‘Docencia como actividad pastoral en la actualidad del Seminario Diocesano’.
Si el profesorado del centro académico del Seminario siempre estuvo integrado de forma total o, al menos mayoritaria por miembros del presbiterio Diocesano, no es menos cierto que las circunstancias Y connotaciones actuales hacen que la realidad sea bien distinta. El presbítero, con más exclusividad que cualquier cristiano, contrae las siguientes parcelas: la animación litúrgica de las comunidades, el ejercicio, gestión y fomento de la caridad, y la creación y desarrollo de dinámicas de reflexión y pensamiento. Y todo ello planteado, no como compartimentos estancos, sino como vasos comunicantes que han de convivir sin mezclarse ni confundirseAsumir el encargo de ser profesor en el seminario, comporta una serie de premisas:
· Servicio diocesano. La Diócesis o iglesia local pone a disposición del pueblo al que sirve una serie de estructuras y encomienda tales tareas a personas. Por ello dispone también de sus presbíteros, de forma exclusiva, mayoritaria, paritaria o en minoría para afrontar el desarrollo de cada servicio. En este caso el atender un centro educativo y vocacional como es el Seminario.
· Tarea pastoral. El presbítero no decide ser profesor, su decisión es ser presbítero y una de las funciones de su ministerio ordenado es la de enseñar, que forma parte de la tarea del pastorear al pueblo de Dios que peregrina hacia el reino en la tierra donde Dios los ha puesto. Por tanto su condición de profesor va absolutamente unida y derivada de su condición de Pastor. En caso de escisión, se perdería todo el sentido de ser el ministerio presbiteral del sujeto.
· Tarea inclusiva. Como se termina de mencionar no tiene ningún sentido la función de profesor de forma exclusiva en la vida de un presbítero
· Tarea temporal. Para un presbítero la docencia no es una meta alcanzada de forma irrevocable. Se trata de un servicio que como tantos otros se puede dejar de prestar por una multitud de circunstancias.