El Obispo de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Mons. José Luis Retana, ha sido el encargado de cerrar el ciclo de conferencias de Cuaresma organizado desde la Parroquia de San Andrés.
De manera muy personal, cercana y sencilla, don José Luis habló a los presentes sobre cómo se forjó su vocación, un proceso en el que influyeron de manera especial su párroco, D. Fidel, «Julita, mi catequista de comunión, cuya oración me ha influido mucho y mi padre, un hombre sensato y de fe».
Habló de su paso por el seminario, el Teologado de Ávila, su vida como párroco o de su primer destino como Obispo en la Diócesis de Plasencia.
Entre otras cuestiones, resaltó que «la oración tiene efecto y ves que eres llevado por otro más grande, eres consciente de tu debilidad», además de que el Espíritu Santo «es todo» y en épocas complicadas, como las actuales, «la fe nos hace vivir este tiempo con esperanza».
Reconoció que a lo largo de la vida «el Señor te desinstala», para referirse al hecho de que «cuando todo va bien y tu vas a un sitio como si fueras para toda la vida, en cualquier momento te tienes que marchar». Por eso, dijo que hay que vivir «con fidelidad y disponibilidad».
El párroco, D. Tomás Muñoz, también le pidió que hablara sobre la Iglesia particular y la Iglesia universal y en ese recorrido, también valoró las funciones principales de un Obispo: «Enseñar, santificar y gobernar».
Tras las palabras de don José Luis se generó un turno de preguntas y valoraciones en el que los participantes agradecieron la cercanía y sencillez del Obispo.
Durante los cuatro sábados que se han celebrado estas charlas, también se ha abordado el tema del diaconado, la vida consagrada y la labor de los laicos en la Iglesia.