El Papa Francisco ha presidido este domingo en Lisboa, en el «Campo de Gracia», la Santa Misa de Envío que ha concluido la JMJ Lisboa 2023. Tras las palabras de agradecimiento del Patriarca de Lisboa, el cardenal Manuel Clemente, y la proclamación del Evangelio, el Papa Francisco ha pronunciado la homilía en este domingo en el que celebramos la Transfiguración.
«Es hermoso lo que hemos experimentado con Jesús, lo que hemos vivido juntos y cómo hemos rezado, y con tanta alegría de corazón. Y entonces nos podemos pregunta, ¿qué nos llevamos con nosotros volviendo al valle de la vida cotidiana?», ha dicho Francisco al principio de su homilía.
El Obispo de Roma ha destacado tres verbos: resplandecer, escuchar y no tener miedo. Sobre el primero, Francisco ha subrayado que Jesús, transfigurándose ante Pedro, Santiago y Juan, “los prepara para la noche que deberán atravesar […] esta ráfaga luminosa los ayudará a sostener la fatiga de las horas más oscuras, las del Getsemaní y del Calvario”.
“Amigos, también nosotros necesitamos algún destello de luz que sea esperanza para afrontar tantas oscuridades que nos asaltan en la vida, tantas derrotas cotidianas para afrontarlas con la luz de la resurreción de Jesús. Él es la luz que no se apaga y brilla de noche”, ha dicho Francisco los jóvenes.
«No nos volvemos luminosos cuando nos ponemos debajo de los reflectores, cuando exhibimos una imagen perfecta y nos sentimos fuertes y exitosos. Nos volvemos luminosos cuando acogiendo a Jesús aprendemos a amar como Él. Eso nos hace luminosos. Eso nos lleva a hacer obras de amor. No te engañes amigo y amiga, vas a ser luz el día que hagas obras de amor».
El segundo verbo, escuchar. Y Francisco ha sido tajante con este verbo: “Está todo aquí, todo aquello que hay que hacer en la vida cristiana está en esta palabra […] escuchar a Jesús, escucha que te dice Él. ¿No sabes qué te dice? Coge el Evangelio y léelo, porque Él tiene palabras de vida eterna para nosotros; porque Él revela que Dios es padre y es amor […] Él te va a decir cuál es el camino del amor»
El tercer y último verbo, no tener miedo. Fueron las últimas palabras de Jesús en el Monte de la Transfiguración: “A ustedes, jóvenes, que cultivan sueños grandes, pero frecuentemente ofuscados por el temor de no verlos realizarse; a ustedes, jóvenes, que a veces piensan que no serán capaces; a ustedes, jóvenes, tentados en este tiempo por el desánimo, por juzgarse fracasados o por intentar esconder el dolor disfrazándolo con una sonrisa; a ustedes, jóvenes, que quieren cambiar el mundo y luchar por la justicia y la paz; a ustedes, jóvenes, que le ponen ganas y creatividad, pero que les parece que no es suficiente; a ustedes, jóvenes, que la Iglesia y el mundo necesitan como la tierra necesita la lluvia; a ustedes, jóvenes, que son el presente y el futuro; sí, precisamente a ustedes, jóvenes, Jesús les dice: “No tengan miedo””, ha dicho Francisco durante la homilía.
Francisco ha finalizado su homilía dirigiendo una última palabra a las jóvenes: “Quisiera mirar a los ojos a cada uno de ustedes y decirles: no tengan miedo, no tengan miedo. Es más, les digo algo muy hermoso, ya no soy yo, es Jesús mismo que les está mirando ahora mismo, Él los conoce y conoce los corazones de cada uno de ustedes, conoce las alegrías, tristezas, éxitos y fracasos. Él hoy les dice, aquí en Lisboa, en esta JMJ, «no tengan miedo, ¡anímense!»
En esta Eucaristía ha participado nuestro obispo, Mons. José Luis Retana y los 59 jóvenes de la Diócesis que han participado en esta peregrinación.
Texto tomado de Ecclesia