El presbiterio celebra una jornada de convivencia en el seminario

El presbiterio diocesano vivió ayer una jornada de convivencia de Navidad junto al obispo, Mons. José Luis Retana, en el seminario San Cayetano. Juntos celebraron la eucaristía en la capilla, presidida por el prelado y el obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara, Mons. José Sánchez.

En su homilía, en el día dedicado a san Esteban, Mons. José Luis Retana recordó el mensaje que transmite la Navidad, «nos invita a juntarnos para contemplarnos con unos ojos nuevos, capaces de comprender y amar la grandeza de lo pequeño«.

Además, hizo referencia a las vestiduras sagradas que llevaban ese día los sacerdotes de color rojo: «Símbolo de sangre». Y mencionó a san Esteban, «¡muriendo entre el estallido de las piedras, cubierto de sangre!». 

El sacrificio de san Esteban

El obispo apuntó que san Esteban fue el primero que sacrificó su vida para seguir al maestro, «la fiesta de su martirio unida a la de la Santa Navidad, cuyo pensamiento completa, nos dan una lección de sacrificio». Y asegura que el martirio de Esteban, «nos ofrece una ayuda para vivir esa lección de sacrificio».

Por último, Mons. José Luis Retana que Jesús Niño, por intercesión de la Virgen, «nos dé, como a su primer mártir, fuerza sobrehumana para seguirlo por el camino de la Cruz, que es la ley de toda vida, que es la ley de todo amor verdadero, que es – más aún en estos tiempos – la ley de la verdadera amistad con Cristo».