Los sacerdotes de la Diócesis de Ciudad Rodrigo han celebrado en este jueves junto a su Obispo, Mons. Jesús García Burillo, la Misa Crismal. Este año, las circunstancias han obligado a retrasarla y ha coincidido en el tiempo con la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote que se celebra el jueves posterior a la Solemnidad de Pentecostés.
En esta Misa Crismal los presbíteros han renovado las promesas sacerdotales y se ha consagrado el Santo Crisma y bendecido los restantes óleos (aceites) de los catecúmenos y de los enfermos.
Además, se han celebrado los 50 años de sacerdocio de D. Martín Benito García y D. Francisco Antonio Hernández Sánchez.
En su homilía, Mons. García Burillo tuvo un recuerdo «especial» para D. Alfredo Ramajo, sacerdote fallecido recientemente víctima de la covid-19, y para todos los sacerdotes fallecidos por coronavirus y otras causas.
Su homilía estuvo centrada en cuatro palabras: Encarnación, Consagración, Sufrimiento y Sacrificio.