El Seminario San Cayetano se prepara como cada noviembre, para celebrar su fiesta que en esta ocasión tiene programados los actos centrales para el viernes, 25 de noviembre.
Será el Obispo, Mons. José Luis Retana, el que presida ese día la Eucaristía a las 12:00 en la Capilla Mayor del Seminario y a las 13:00 horas, tendrá lugar un acto académico bajo el título ‘Humanidad y espiritualidad a través de la poesía’ y en el mismo intervendrán los poetas Dña. Aída Acosta y D. Alberto Galán.
En estos días especiales, en los que ya el jueves, a las 17:00 horas, se desarrollará una gymkana para todos los niños y adolescentes de la ciudad, queremos conocer más en profundidad cómo es la vida de los jóvenes que aquí estudian y, quién sabe, lo que el Señor pueda tener reservado para ellos.
Iván recaló hace cuatro años en esta institución para cursar los estudios de la ESO, es uno de los alumnos externos por lo que cada tarde regresa a su casa. «Al principio fue mucho cambio, pero estar aquí me facilita los estudios desde el punto de vista de que somos muy pocos y te prestan mucha atención; también trabajamos la parte espiritual, como cristiano noto mejoría».
Víctor es uno de los veteranos después de seis años interno en el Seminario San Cayetano. «El primer año es el más complicado, todo es más fácil ahora, después de todos estos años». Natural de Villar de la Yegua, explica que los profesores «siempre están ahí para ayudarte y resolverte cualquier duda, incluso en el estudio de por la tarde».
Valora, de manera especial, las relaciones de amistad que se tejen con los compañeros y reconoce que ha tenido que escuchar en muchas ocasiones cómo le cuestionan que estudie en esta institución. «Muchas veces te dicen cosas otros chicos, pero como ellos no son los que están aquí, no saben lo que dicen».
Para Carlos, vecino de Campillo de Azaba, este es el primer año en el Seminario y de momento, «me gusta, me he adaptado bien».
Fue su madre la que le propuso acudir a unas convivencias pre seminario «y como me gustaron, aquí estoy».
Para Ramón es el segundo año y él también es uno de los alumnos externos que a las 20:30 horas, cada día, regresa a casa con su familia.
«Aquí los amigos son especiales», explica, «estás 12 horas con ellos y eso te lleva a hacer amistades bastante fuertes».
Este régimen «se adapta perfectamente a mis necesidades», al tiempo que destaca la participación de todos ellos en numerosas actividades, una de las últimas, la apertura del Año Jubilar Teresiano en la Catedral.
En estos días previos a la fiesta comentan que se nota en la casa «un ambiente distinto, todo el mundo está mucho más contento».
Sobre si su vocación será la del sacerdocio, habrá que esperar, en cualquier caso, quieren desterrar algunos mitos: «aquí no se está todo el día rezando, no es como se piensa la gente», y de un modo u otro, como concluye Iván, «a mí el Seminario me ayuda mucho en lo espiritual de un modo psicológico y consciente».
En la imagen, de izquierda a derecha: Ramón, Iván, Víctor y Carlos