Familia y Vida organiza un cine-forum y una oración para reflexionar sobre el valor de la vida

Se llevará a cabo el miércoles, 26 de marzo, a las 20:00 horas, en la Residencia de San José, de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados

DELEGACIÓN DE MEDIOS

«Abrazando la vida, construimos esperanza» es el lema de la Jornada por la Vida, que la Iglesia celebra el 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor. Con este motivo, la Delegación de Familia y Vida de Ciudad Rodrigo ha organizado un cine-forum y un momento de oración para reflexionar sobre lo valiosa que es la vida y la necesidad de cuidarla en todas sus etapas.

La iniciativa se llevará a cabo el próximo miércoles, 26 de marzo a las 20:00 horas en la Residencia San José, de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, donde se proyectará la película: «Bella», de Alejandro Monteverde, que abordar el valor de decir sí a la vida, seguida de un diálogo y una oración. Esta residencia, dedicada al cuidado de personas mayores, “es un escenario simbólico para este encuentro donde se quiere destacar la importancia de la dignidad en los últimos años de vida”, como ha expresado el delegado de Familia y Vida, Daniel Mielgo.

Cada vida es un don y una fuente de esperanza

Hoy en día, la vida humana se enfrenta a muchas amenazas como el aborto, la baja natalidad, la trata de personas, la esclavitud moderna, la migración forzada, la precariedad económica o el abandono de quienes más lo necesitan. Ante esto, la Iglesia reafirma su compromiso de cuidar y defender la vida desde su concepción hasta su muerte natural. Este compromiso se manifiesta en la celebración de esta Jornada por la Vida, en la que se reconoce y celebra que cada vida es un don y una fuente de esperanza.

Mensaje de los obispos españoles para la Jornada por la Vida

Los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida recuerdan en su mensaje que esta jornada adquiere un significado especial en el marco del Jubileo ordinario del año 2025, convocado por el papa Francisco bajo el lema “Peregrinos de esperanza”. Un mensaje donde destacan que uno de los signos de esperanza radica en “tener una visión de la vida llena de entusiasmo para compartir con los demás“, y animan a una reflexión profunda sobre el sentido de la existencia y el destino del ser humano.

Además, alertan sobre el “invierno demográfico”, señalando que el descenso de la natalidad en países como España puede ser debido a “los ritmos frenéticos de la vida, de los temores ante el futuro, de la falta de garantías laborales y tutelas sociales adecuadas”, como señala el papa en la Bula de convocatoria del Jubileo, Spes non confundit. También indican que el número de abortos en España se ha incrementado “desde la aprobación de la ley del aborto en España” y precisan que desde 1985 hasta 2023 se han practicado en nuestro país más de 2,5 millones de abortos voluntarios. “Solo en 2023 se registraron 103.097 abortos». 

Matrimonio cristiano, luz de esperanza

Ante esta realidad, los obispos españoles presentan como luz de esperanza el matrimonio cristiano y el amor conyugal abierto a la vida, resaltando que cada hijo es “una bendición divina y un signo concreto de esperanza para la humanidad”. En este sentido, hacen un llamamiento a la sociedad y a los gobiernos para promover políticas públicas que no solo protejan a las familias, sino que también favorezcan un entorno económico y social propicio para que los jóvenes puedan formar familias con estabilidad. Todo esto incluye «asegurar empleos dignos y estables, un salario justo, una vivienda adecuada y ofrecer incentivos que disuadan de la emigración». Además, piden que estas políticas reconozcan la maternidad como una vocación esencial, garantizando a las madres el apoyo necesario para vivirla con dignidad.

Los obispos concluyen su mensaje uniéndose a la petición del papa Francisco de impulsar “una alianza social para la esperanza, que sea inclusiva y no ideológica y que trabaje por un porvenir que se caracterice por la sonrisa de muchos niños y niñas que vendrán a llenar las tantas cunas vacías que ya hay en numerosas partes del mundo”.