El Vicario General de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, D. José María Rodríguez-Veleiro, ha presidido la Eucaristía en este Domingo de Resurrección, en la Catedral de Santa María.
Durante su homilía ha recordado cómo aquellos «que lo habían dejado todo por aquel hombre comprueban que, finalmente, había muerto como uno más». Esa «derrota», la ha comparado con las «desilusiones, amarguras, desconfianza, con el no hay nada más que hacer o el mejor vivir el día a día ya que no hay certeza del mañana» de la vida, que en muchas ocasiones llega en forma de enfermedades, desgracias o el cara a cara con la muerte.
Pero al igual que los que van al sepulcro de Jesús se encuentran la tierra corrida y tienen el primer anuncio de que ha resucitado, «todos nosotros estamos llamados a iniciar esa leve carrera de comunicar a los demás que el sepulcro está vacío, que vive para siempre y que está en cada ser humano, en cada uno de nosotros».
Ante esta realidad, D. José María planteó dos opciones: «podemos quedarnos con un Cristo crucificado o dejarnos abrazar por el Cristo resucitado que nos toca y entiende».
También tuvo durante su homilía palabras de especial agradecimiento para las cofradías de la Semana Santa mirobrigense, «no os canséis de seguir en esta labor», animó, «no tengáis miedo a seguir a Cristo vivo, a ser firmes en su seguimiento, a interpretar la vida desde su perspectiva de amor entregado».
Posteriormente ha tenido lugar la procesión de Jesús Resucitado aunque con un recorrido más corto debido a la amenaza de lluvia.