El mes de noviembre está marcado por la celebración del Día de la Iglesia Diocesana que en esta oportunidad se desarrolló el pasado día 6. Este año el lema ha sido ‘Gracias por tanto’, y ese gracias va dirigido a todos los que entregan su tiempo, sus cualidades, su oración y su apoyo económico a la Iglesia.
Los catequistas son una parte fundamental de las parroquias pues además de sus cualidades, entregan su tiempo a otros.
Este es el caso de Wilson, Ruth, Damián, Anabel y Laura que junto con Vega y María, forman parte del grupo de catequistas de El Salvador. Llama la atención su edad y su compromiso pues tienen entre 16 y 17 años y en sus manos están los grupos de los más pequeños.
Wilson comenta que ya desde el año pasado estaba interesado en formar parte del grupo de catequistas de la parroquia aunque la falta de tiempo no lo ha hecho posible hasta este curso. “Es una experiencia bonita poder enseñar a la gente lo que sabes; es fácil trabajar con los niños y cuando ves su evolución te hace sentir orgulloso”.
Para Ruth es el segundo año y junto con Damián, se encarga del grupo de catequesis de segundo de primaria.
Precisamente, Damián dice que “fue mi amiga Ruth la que me animó y este año que tengo más tiempo quería vivir esta experiencia con los niños”.
Aseguran que se brindan apoyo mutuo para desarrollar la catequesis, “no es difícil, son niños y solo hay que saber manejarlos; y en cuanto a la formación es la propia de un cristiano para poder apoyar a la parroquia”.
Anabel y Laura son dos hermanas gemelas que ya desempeñan esta tarea desde hace cuatro años. En su caso, su madre es una persona muy involucrada en la vida de la parroquia, también en la catequesis, y fue ella la que les propuso hacerse cargo de un grupo.
“No es algo que nos robe mucho tiempo, la tarde antes te puedes preparar la catequesis y lo compaginas perfectamente con los estudios”, afirma Anabel.
“Es algo divertido e interesante”, añade Laura, “sienta muy bien ver a los niños que se lo pasan bien, que vienen ilusionados, y a mí me aporta una hora tranquila, me olvido de otras cosas y me lo paso bien”.