El obispo, Mons. José Luis Retana, ha acompañado al grupo, que pertenecía a las diócesis de Salamanca y de Ciudad Rodrigo, y que ha atravesado la Puerta Santa de San Pedro
DELEGACIÓN DE MEDIOS
Las diócesis de Ciudad Rodrigo y Salamanca han peregrinado de forma conjunta con motivo de la celebración del Jubileo de la Esperanza en Roma, y han ido acompañadas de su obispo, Mons. José Luis Retana, y seis sacerdotes. Desde el pasado lunes, 24 de marzo, más de un centenar de peregrinos han visitado todos los templos jubilares de la ciudad eterna, y han atravesado sus puertas santas.
El martes, 25 de marzo, hicieron la procesión con la cruz del Jubileo hasta San Pedro por la Via della Conciliazione, para cruzar la Puerta Santa del Vaticano. Ese mismo día, celebraron una eucaristía, presidida por el obispo, en una de las capillas de la iglesia de Santa María la Mayor. Desde Roma, Mons. José Luis Retana, hace balance de los días vividos como peregrinos que caminan con esperanza, y asegura que se cumplen tres cosas que ha pedido para el Año Jubilar el papa Francisco. “Peregrinos porque estamos caminando continuamente, estamos en movimiento”, interpeló. Y para el prelado, lo más hermoso fue la entrada por la Via della Conciliazione con la cruz del Jubileo hasta la Puerta Santa de San Pedro, “íbamos orando, y al final del trayecto, se hizo un silencio, y para todos los peregrinos fue un momento muy especial porque éramos conscientes de quiénes éramos y a quienes representábamos de nuestras diócesis, y sobre todo, cada uno con sus intenciones en el corazón”.
SEGUIR A CRISTO
Asimismo, de la experiencia destaca también la comunión, la amistad y el afecto grande, “porque estamos viviendo lo mismo, que es seguir a Cristo a través de una mediación como es la peregrinación que estamos realizando en estos días”. Por su parte, el delegado de Peregrinaciones, Rafael Caño, destacaba que esta peregrinación comenzó a prepararse desde el mes de mayo del año pasado. Allí, además de San Pedro, también han atravesado las puertas santas de las grandes basílicas de Roma, «con ese sentido de entrar por la puerta de Jesús, porque él es la verdadera puerta, la que nos ayuda a conocerle y a vivir según él quiere». Asimismo, valora la unidad del grupo entre las dos diócesis, «que esperamos que sea un fruto para la conversión y para sentirnos más iglesia y más diócesis al regreso».
Otro sacerdote que se ha unido a esta peregrinación ha sido Gabriel Ángel Cid, párroco de Fuentes de Oñoro y otras parroquias de Argañán, quien celebró allí sus 25 años de sacerdocio. «Es una experiencia de auténtico júbilo, íntima, personal y también comunitaria, con gente de mis parroquias y de la diócesis». Uno de los peregrinos ha sido Alberto Delgado, que tuvo la oportunidad de cargar la cruz del Jubileo en la procesión hasta la Puerta Santa de San Pedro, “ha sido un halago y un honor poder llevarla y compartirla con el obispo”.
El responsable de la pastoral vocacional, Anselmo Matilla, también ha formado parte del grupo de peregrinos, y reconocía que la experiencia «ha sido maravillosa», por esa manera de vivir la fe, «la comunión eclesial y, sobre todo, hemos sido peregrinos de esperanza». Todo ello cree que ha servido para volver con mucha fuerza, «con muchas ganas de retomar nuestra labor cotidiana en las parroquias, en los lugares donde la Iglesia nos envía, y de comunicar toda la alegría que hemos vivido».
De los días en Roma, se queda con el buen ambiente del grupo, «se ha respirado una comunión entre las dos diócesis, y ojalá seamos capaces de seguir creando esos vínculos de unidad, que transmitan el amor de Jesús allá donde vayamos». Y a partir de ahora, su tarea es, según reconocía, «seguir siendo peregrinos de esperanza».









