El tiempo ha respetado la undécima edición de la Marcha Misionera a Ivanrey que, una vez más, ha vuelto a congregar a un destacado número de personas de todas las edades.
Los participantes han comenzado la ruta a las 10:30 horas desde el Parque de la Glorieta hacia Ivanrey, con la previa bendición del Obispo, Mons. José Luis Retana, que ha acompañado al grupo durante todo el camino y que, finalmente, ha presidido la Eucaristía en la parroquia de Ivanrey.
En su homilía don José Luis ha señalado que esta marcha «es uno de los gestos más bonitos que he visto en este año que llevo con vosotros». En este sentido, recordó que la Iglesia «es caminar juntos, la Iglesia somos todos y vemos el mejor ejemplo en esta marcha».
El prelado explicó a los más jóvenes que en esta Jornada de la Infancia Misionera «nosotros también decimos que queremos ser misioneros porque los niños sois misioneros de otros niños».
Concluyó pidiendo «que nos convirtamos en misioneros, que es contar a los otros lo que hemos vivido a través de la amistad o la cercanía a Jesús, somos amigos de Jesús».
Junto al Obispo concelebraron el delegado de Misiones, D. José María Rodríguez-Veleiro; el párroco de Ivanrey, D. Vidal Rodríguez y el sacerdote, D. José Manuel Carballo.
Precisamente, el Delegado de Misiones recordó a la treintena de misioneros de la Diócesis que están repartidos por todo el mundo y por los que se ora de manera especial en esta jornada.
Al final de la Eucaristía se celebraron una serie de juegos y durante el camino también se pidió hacer alguna actividad por grupos.