Un grupo de 10 adolescentes y jóvenes y tres adultos de la Parroquia de El Maíllo celebran el día Internacional del libro leyendo 23 textos seleccionados de entre los 73 libros de la Biblia. El acto tuvo lugar a las 18.00 h. del día 23 de abril de 2021.
Los textos se dividieron grupos unidos por un narrador: seis del Pentateuco, tres de los Libros Históricos, cuatro de los sapienciales y poéticos, tres de los proféticos, cuatro textos de los evangelios, dos de las cartas de san Pablo y uno del Apocalipsis.
Se colocaron en el templo, como en forma de itinerario, tres mesas con tres biblias abiertas, con tres inscripciones: “Lámpara es tu Palabra para mis pasos”, “Tu Palabra me da vida” y “La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros”.
Resonaron las palabras de la Biblia como resuenan los textos universales, las palabras esenciales para comprender la vocación de Abraham, José vendido por su hermanos, la Zarza ardiendo de Moisés, los textos del Levítico sobre la ética y el comportamiento ante Dios y ante lo hombres: No explotarás a tu prójimo ni le robarás. No dormirá contigo hasta la mañana siguiente el jornal del obrero. No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezo al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
El shemá Israel del libro del Deuteronomio: Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
El papel de la prostituta Rajab para la conquista de Jericó, la vocación de Samuel, la vocación del Rey David, textos escogidos de entre los libros históricos.
La lectura de los libros poéticos nos acercan al mundo literario cargado de metáforas, comparaciones, recursos literarios como repeticiones, interrogaciones retóricas, imágenes insólitas, mezclas de sensaciones, de colores, de descripciones preciosas, de emociones de todo tipo. En el caso de los libros sapienciales tenemos aforismo, refranes, dichos ingeniosos, todo para expresar en palabras lo que parece imposible: hablar de lo divino, hablar de lo inefable, de lo escondido, de lo que se revela a través de la palabra escrita en la Biblia. De entre estos, el libro desgarrador de Job, en busca de preguntas sobre el mal, que aún no le son dadas, la oración del salmo 139: tú me conoces y me sondeas….o las palabras sabias de Eclesiastés: Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo: Tiempo de nacer, tiempo de morir; | tiempo de plantar, tiempo de arrancar; tiempo de matar, tiempo de sanar; la pasión amorosa de la amada del Cantar de los Cantares,
De entre los libros proféticos nos llegan las palabras profundas de los profetas como Isaías: Voy a cantar a mi amigo | el canto de mi amado por su viña. | Mi amigo tenía una viña en un fértil collado, o Jeremías proclamando que el Señor ha salvado al resto de Israel, o Amós con su inequívoca provocación y denuncia: Escuchad esto, los que pisoteáis al pobre | y elimináis a los humildes del país.
Ya en el Nuevo Testamento, ha resonado en toda su solemnidad el inicio del Evangelio de Marcos: Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. San Mateo diciéndonos esas palabras de Jesús: Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón. O san Lucas con la parábola del Buen Samaritano, o san Juan comparando a Jesús con la vid y a su Padre Dios con el viñador…
Cómo no recordar de entre las cartas a san Pablo cuando escribiéndole a los cristianos de Roma le dice que irá a verlos en el camino que quiere hacer para ir a España, o cuando nos pide que tengamos los mismos sentimientos de Cristo Jesús, el cual siendo de condición divina se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo. Y para finalizar el texto final del Apocalipsis con ese mensaje de esperanza: Sí, vengo pronto». Amén. ¡Ven, Señor Jesús¡
Texto del párroco de El Maíllo. D. Juan Carlos Sánchez.